Esta empresa, que hasta el momento se había caracterizado por ofrecernos réplicas de modelos Can Am de los años 1965-1969, entre otros los LOLA T-70 MK II, III y CAN AM, McLAREN A y B, y McLAREN ELVA MK I CAN AM.
Aunque anunciado hace unos meses, nos ha sorprendido la llegada al mercado de un Muscle Car, como es el SHELBY GT 350. Un lanzamiento que se vio retrasado varios meses debido a un largo trabajo de desarrollo y diseño, puesto que se partió de cero en toda su realización. Aquí se nota la mano de GIOVANNI MONTIGLIO, ingeniero de proyectos de THUNDER SLOT y antiguo campeón de Europa UES a principio de los años 80.
La carrocería está perfectamente reproducida en un plástico muy fino, por lo que su ligereza nos va a ser muy beneficiosa cuando pongamos el coche a rodar sobre la pista. Sus cotas, son correctas en el escalado a 1/32 a excepción de su anchura, algo habitual en todos los fabricantes, puesto que para un mejor comportamiento dinámico sobre los circuitos, los modelos siempre son más anchos de lo que realmente deberían de ser. Nada exagerada ésta sobredimensión, y a la vista hace que estemos ante una réplica muy atractiva.
Cuatro son los colores que nos ofrece el fabricante; verde musgo, blanco Wimbledon, plata esmerilada y azul Acapulco. En mi caso me llegó el modelo pintado en un precioso azul metalizado, con las franjas blancas tampografiadas que recorren en toda su longitud la carrocería, también entre ambos ejes incluyendo la nomenclatura GT 350, así como el escudo de SHELBY.
Detalles de exquisitez son los cromados de ambos paragolpes, así como de los espejos retrovisores y la perfecta colocación en sus respectivos ángulos.
Un ligero interior reproduce los dos butacones que por asientos llevaba el vehículo. Piloto de cuerpo entero, con una mano sobre el volante y la otra junto a la palanca del cambio. El salpicadero cuenta con dos relojes circulares y por detrás del casco del piloto, una sencilla barra antivuelco. ¡Lo normal en 1967!
La carrocería se fija al chasis mediante cuatro tornillos torx de M2, que aunque a primera vista nos parece excesivo, permite una perfecta basculación entre chasis y carrocería.
El chasis de nuevo diseño nos recuerda a los viejos modelos metálicos de Slot americano, tipo flexi de la marca Parma. Realizado en plástico, nos ofrece una gran ligereza, totalmente recto y muy flexible en su configuración. Pese a que el modelo de serie no equipa ningún sistema de amortiguación entre el chasis y la cuna, el fabricante nos ofrece opcionalmente muelles de distintas durezas a fin de dotar de suspensión al conjunto. Tampoco nos ofrece el típico imán de neodimio a pesar de llevar dos anclajes para su colocación. ¡Toda una declaración de intenciones !
Motor de caja corta MACH de 21500 rpm a 12 voltios y un par de 175 gr/cm. Configuración sidewinder con una inclinación de 5 grados sobre el eje trasero, permitiendo así el efecto magnético del motor sobre los carriles metálicos del circuito, y por tanto muy rápido sobre la pista.
La guía es la habitual de la marca, colocada justo delante del labio inferior de la carrocería y anclada al chasis mediante tornillo. Importante batalla, para un mejor comportamiento dinámico.
El eje delantero cuenta con llantas de plástico y la posibilidad de ajustar su altura mediante tornillos allen incorporados en el chasis. Neumáticos delanteros de perfil alto, goma dura cero grip para un mejor deslizamiento sobre la pista.
El eje trasero equipa llantas de aluminio de 16 mm tipo AIR SYSTEM, y neumáticos de perfil alto que me han sorprendido por su excelente adherencia.
El desarrollo que equipa el modelo es de plástico, cuenta con piñón de 11 y corona de 32 dientes respectivamente. Resultando una transmisión muy suave y silenciosa.
Respecto al comportamiento sobre la pista del SHELBY GT 350, tras el giro tan radical que ha dado el fabricante transalpino con el nuevo modelo, que nada tiene que ver con los anteriores, a mí me ofrecía algunas dudas...
Nada más lejos de la realidad. Un primer contacto con el vehículo sobre la pista hizo que todas mis dudas se disiparan. Me sorprendió que un coche tan largo, y más alto que los modelos anteriores tuviera un comportamiento tan espectacular. Resultaba sencillo llevarlo realmente rápido. Yo que acostumbro ha hacer las pruebas en tandas cortas de tres minutos, muy cortas, pero de una gran intensidad, notaba como tanda tras tanda el SHELBY GT 350 cada vez me pedía más marcha, y jamás sin hacerme ningún extraño a lo largo de las diferentes curvas del circuito. El mejor tiempo realizado fue de 13,17 segundos.
Breve parada en boxes para aflojar los cuatro tornillos que unen el chasis a la carrocería, y los tres tornillos de la cuna, a fin de dar basculación y evitar la rigidez del conjunto. Ni limpieza de neumáticos... Solo volver a lubricar las piezas en constante fricción y vuelta a la pista, eso si, con una cara de satisfacción cada vez mayor, puesto que el ritmo, en vez de decaer, era manga tras manga superior. Paro el crono en 13,02 segundos.
No conforme con ello, vuelvo a boxes para cambiar el eje trasero de acero calibrado que resultaba ser magnético por uno igual pero sin magnetismo, puesto que en la configuración sidewinder, dicho eje está a escasos milímetros del imán del motor, haciendo que la atracción oponga resistencia al rodar.
Los tiempos siguen cayendo. El coche cada vez me permite rodar más rápido y sin sobresaltos. No parece tener límites y la simbiosis entre piloto y máquina es perfecta. Realizo un mejor tiempo de 12,74 segundos.
En definitiva, un vehículo el SHELBY GT 350 de THUNDER SLOT destinado a las carreras de una nueva categoría, los Muscle Car.