Ott Tänak se ha adjudicado una sorprendente victoria en el Rallye de Italia Cerdeña después de que, Sébastien Ogier, líder durante mucha parte de la prueba, cediera en esta última etapa.
El estonio, que pilotaba un Hyundai i20 N, celebró su primer éxito de la temporada cuando un neumático dañado en el accidentado tramo final privó a Ogier de su tercera victoria consecutiva en el Campeonato del Mundo de Rallyes de la FIA.
Tras intercambiar posiciones con Tänak al principio del rallye, Ogier lideró desde el sábado por la tarde con su Toyota GR Yaris. El francés comenzó el último tramo del rallye, el Wolf Power Stage, con una ventaja de 6,2 segundos, pero terminó 0,2 segundos por detrás después de que se produjera el desastre en los últimos kilómetros.
El de hoy es el final más ajustado de la historia del WRC, igualando el resultado del Rallye de Jordania de 2011. En aquella ocasión, Ogier estaba en el otro lado de la clasificación y mantuvo a raya a su ahora jefe de equipo, Jari-Matti Latvala.
Tänak, que logró su anterior victoria en Chile el año pasado, se mostró humilde por esta victoria. Se enfrentó a una angustia similar en el mismo tramo en 2019, cuando una dirección asistida le costó un segundo triunfo garantizado.
«Por la emoción es bueno, pero obviamente lo siento mucho por Séb. Perder una victoria así es cruel y yo mismo estuve exactamente en la misma situación hace un par de años».
Con Dani Sordo, fueron dos los coches Hyundai entre los tres primeros, lo que ayuda a la marca coreana a seguir liderando el campeonato de constructores con ocho puntos de ventaja sobre Toyota. El piloto de 41 años no se encontraba bien al principio, pero fue escalando posiciones a medida que los pilotos que le precedían sufrían.
Uno de ellos fue su compañero de equipo Thierry Neuville, cuyo intento de podio se fue al traste al salirse de la carretera en el tramo 8. El consuelo de Neuville fue que se llevó los 12 puntos del super domingo y retuvo el liderato de la clasificación de pilotos sobre Elfyn Evans.
Las sensaciones de Evans dentro de su GR Yaris no eran óptimas para las duras carreteras de tierra pero, aunque terminó a casi tres minutos del liderato en cuarta posición, el galés consiguió reducir la ventaja de Neuville de 24 a 16 puntos.
La regularidad recompensó al joven piloto de Puma Grégoire Munster con un quinto puesto. Su compañero de equipo en M-Sport Ford, Adrien Fourmaux, llegó a rodar tercero al principio, pero se retiró en el último tramo del viernes por un fallo eléctrico.
Tal fue el nivel de desgaste que los WRC2 ocuparon las 10 primeras posiciones restantes, con el piloto del Toyota GR Yaris Rally2 Sami Pajari adjudicándose el triunfo del WRC2 y el sexto puesto de la general. Tras él se situaron Yohan Rossel, Jan Solans, Martin Prokop y Kajetan Kajetanowicz.
A los pilotos del WRC les espera acción a alta velocidad en el 80º Rallye ORLEN de Polonia a finales de este mes. La prueba de tierra regresa a la serie por primera vez desde 2017 y tendrá lugar del 27 al 30 de junio.