La 19ª edición de la Maroc Challenge respondió a las expectativas que había generado a los más de 150 equipos participantes y la prueba, difícil, dura y muy exigente desde el primer kilómetro, se convirtió en toda una aventura.
El recorrido, en gran parte inédito, alternó en repetidas ocasiones las condiciones para que los participantes pudieran disfrutar al máximo de la conducción sobre el diverso desierto marroquí. Además de hacer frente a las propias dificultades de la Spring 2023 hubo que luchar contra los elementos, el cansancio acumulado a lo largo de seis largas etapas, un itinerario tan variado como riguroso y, finalmente, las diferentes condiciones climatológicas. El desafío fue total.
La dureza y longitud de las etapas ya se dejó entrever el primer día, que lejos de ser un mero aperitivo tuvo 295 kilómetros hasta Matarka. La combinación de pistas rápidas con zonas pedregosas y arena se hizo patente y fue un fiel reflejo de lo que estaba por llegar. Una de las notas más destacadas de la primera jornada fue que la salida se dio en la playa de Ras el Ma y los participantes recorrieron un primer tramo de 5 kilómetros sobre la arena húmeda de una marea que iba subiendo por momentos.
Un recorrido muy exigente
El habitual campamento se ubicó esta vez en Matarka, trasladándolo al final de la primera etapa. Situado en mitad del Plateau de Rekkam, los participantes pudieron gozar de una tarde-noche de gran camaradería. Fue en Erfoud y sus alrededores donde empezó el baile de arena para todas las categorías, cruzando en la tercera etapa las dunas del Erg Chebbi en un itinerario adaptado a cada una de ellas. Se llegó a Zagora después de un ritmo frenético. En la cuarta etapa se disputó, sin tiempo para descansar, un bucle para disfrutar de la magnitud del Erg Chegaga y la majestuosidad del lago Iriki.
De vuelta a Erfoud no decayó ni el ritmo ni las dificultades, acumulándose la fatiga en las máquinas y participantes. Todo permanecía abierto y la tensión aumentaba a medida que transcurrían los kilómetros y se avecinaba la línea de llegada.
La última etapa se celebró el viernes 7 de abril, con un trayecto de 60 km que unía Erfoud con Merzouga. La novedad en este sector final fue el cambio del habitual track de seguimiento por los waypoints que había que pisar para no penalizar y en la que los participantes también mostraron una gran destreza.
El Erg Chebbi, probablemente el punto más emblemático del desierto marroquí, fue el punto elegido para concluir el rally. Ahí, junto a las dunas, se realizó el reparto de premios y así concluir una edición brillante, espectacular y que mantuvo en vilo a los participantes de principio a fin.
Por último, hay que remarcar que los vencedores de las diez diferentes categorías fueron los equipos Fabelan Motorsport (Raid), HDJ-Vision (Adventure TT3), Racingfest 3 (Adventure TT2), Team Albero (Adventure TT1), Vespaziko Team (Adventure SUV), Manolito (Adventure Rookie), Milillos Competición & Aventura (Adventure C4), Brotom (Adventure C3), Frosker (Adventure C2) y Stunning (Adventure C1).