Carlos Sainz y Lucas Cruz han sentenciado el Rally Dakar, en una etapa muy traicionera en la que podía pasar de todo. Loeb, que sufrió una avería, se quedó sin opciones, aunque estará en el podio final a orillas del Mar Rojo.
Tal y como avanzamos ayer al final de nuestra crónica diaria, se esperaba una etapa muy dura que podía dejar fuera de combate a cualquiera de los dos aspirantes al Touareg. Y así ha sido en el caso de Loeb, que prácticamente veía como se esfumaban sus aspiraciones desde el principio. Todo se torció en el kilómetro 132, cuando el de BRX rompió la horquilla de la suspensión delantera derecha en un salto. Una avería grave que requería de la asistencia. Sin embargo, poco después, el francés contó con la ayuda del chino Zi Yungang, que pudo socorrerle prestándole todas las piezas necesarias de su Hunter para que el de BRX pudiera continuar para, al menos, salvar el podio. Y así fue. El nueve veces campeón mundial de rallyes, ya casi en un todo o nada, inició una remontada en la que tuvo que adelantar a una infinidad de participantes para, al final, en su peor día de esta 46 edición, salvar el Dakar para poder terminar tercero de la general, un resultado que sabe a triunfo dadas las circunstancias.
Por su parte, Carlos Sainz, ha tenido un día dulce en la que, muy posiblemente, ha sido una de las etapas más duras y traicioneras. El madrileño, tal y como nos ha tenido acostumbrados a lo largo de toda la edición, ha vuelto a pilotar de manera inteligente, sabiendo que, la de hoy, era una etapa en la que había mucho que perder y poco que ganar, sobre todo una vez que Loeb se quedó fuera de juego. Sainz lo tenía muy bien encaminado, pues el Audi RS Q e-tron se mostraba fiable y, como en anteriores etapas, contaba con la inestimable ayuda de Ekström y Peterhansel, que ha sido claves para las aspiraciones del madrileño, demostrando una lección magistral de equipo.
Ya con Loeb sin opciones, Sainz afrontó ese tramo final de etapa con mucha prudencia y rodando con un pinchazo lento que no fue un impedimento para terminar la etapa sin mayores incidencias.
En un segundo plano ha quedado la victoria de etapa, que ha vuelto a caer en manos del francés Guerlain Chicherit. Gran tramo final del piloto francés que se queda a un paso del podio final, justo por detrás de su compatriota Sébastien Loeb.
Tras una semana de infarto, a Sainz le espera la gloria mañana a orillas del Mar Rojo, en un final que, si todo va como debe ir, será testigo del cuarto Touareg del madrileño, que se sumará a los ya conseguidos en 2010 con Volskwagen, en 2018 con Peugeot y en 2020 con MINI.
CLASIFICACIÓN - ETAPA 11
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