Max Verstappen se ha adjudicado la victoria del Gran Premio de Australia, en el que se han vivido varios Safety Cars y tres banderas rojas. Lewis Hamilton y Fernando Alonso, que han mantenido una bonita batalla en la distancia, terminan segundo y tercero, respectivamente.
Verstappen comenzó perdiendo posiciones en la salida del Gran Premio ante George Russell y Lewis Hamilton, que se mostraron muy rápidos en los primeros compases de la carrera. Un accidente de Albon, que en ese momento se encontraba en una meritoria sexta posición, provocó una bandera roja que comenzaría a cambiar las cosas en las primeras posiciones de la parrilla. Momentos previos a la misma, Russell y Sainz optaron por entrar a boxes para realizar un cambio de neumáticos, una decisión que lastraría a ambos.
Con una elección libre de neumáticos para el reinicio, Hamilton pudo mantener la ventaja sobre Verstappen, pero el piloto de Red Bull pronto se puso dentro del alcance del DRS y recuperó la primera posición. Justo antes, Russell tuvo que retirarse tras una avería mecánica -en ese momento, el británico se encontraba en segunda posición, muy cerca de Fernando Alonso-.
Tras la avería de Russell, el Gran Premio parecía estabilizarse, con un Verstappen muy sólido que comenzaba a marcar distancia, y un bonito duelo entre Hamilton y Alonso que trataban de gestionar lo mejor posible la vida de sus neumáticos.
Pero a falta de cuatro vueltas para la finalización de la carrera, un accidente de Kevin Magnussen, que golpeó con la rueda trasera derecha en el muro de la curva 2, provocó la salida de otro Safety y la posterior bandera roja, la segunda de la carrera. Ya con la pista en perfectas condiciones y con sólo dos vueltas para la finalización del Gran Premio, Carlos Sainz cometió un grave error sacando de pista a Alonso en la curva 1, que en esos momentos se encontraba tercero. Tras la desafortunada maniobra del madrileño, la dirección de carrera mostraría la tercera y última bandera roja del Gran Premio.
Después de cierta confusión sobre cómo se desarrollaría la carrera y se determinarían los resultados, las dos últimas vueltas se realizarían con el Safety Car y Sainz recibiría una justa sanción de cinco segundos, que le retrasaría hasta las decimosegunda posición.