La necesidad de invertir en electrificación, la criminalización de los motores de combustión y las crisis financieras han obligado a muchos fabricantes a reducir sus gamas de deportivos
Audi TT
Todo apunta a que el Audi TT, acrónimo de la carrera motociclista Tourist Trophy, dejará de fabricarse, y de hecho la variante Roadster ya está descatalogada. Este modelo de 1998, que supuso la entrada de la firma de los aros en el segmento de los coupés deportivos nacidos como tales y contó con tres generaciones, influyó decididamente en la estética de muchos de los modelos posteriores, y llegó a contar con versiones RS de hasta 400 CV. Por el momento, Audi no tiene pensado el reemplazo, y de haberlo será un modelo eléctrico.
Renault Mégane RS
El Mégane RS está a punto de dejar de fabricar- se, y no tendrá continuidad, en buena parte debido
a que, al igual que Citroën ha hecho con su C4, el nuevo modelo tomará tintes de SUV. Otro mito que se pierde, que comenzó en 2003 y se forjó con versiones como los Trophy o los R26, potentes y hasta aligerados. El último Mégane RS, gracias a su motor 1.8, entrega 300 CV y sigue contando con variante Trophy, esta última, como en el caso de los Clio, más radical. En 5,7” puede ponerse a 100 km/h desde parado, y su precio básico ronda los 37.000 euros.
La buena noticia es que Renault planea una serie especial de su mítico deportivo para finalizar su fabri- cación, llamada Heritage. Probablemente no tendrá evoluciones mecánicas, pero sí guiños estéticos y seguramente un número de serie limitada que lo hará interesante a ojos de los coleccionistas.
Nissan GT-R
“Godzilla”, el “Matagigantes”, el superdeportivo asequible con el que Nis- san plantó cara a los fabricantes más afamados, deja de venderse en Europa debido a las leyes anticontaminación, aunque por el momento seguirá vivo en Japón. Con versiones de hasta 600 caballos y tracción total, su conducción era pura pasión, y con el tiempo su rodar fue refinándose sin perder un ápice de emoción.
Seat Ibiza Cupra
Con el nacimiento de Cupra y su indepen- dencia de Seat, el Cupra Ibiza fue uno de los primeros modelos que sonaron para la nueva marca de coches y llegó a nacer como prototipo, al que se esperaba con 200 CV. Desafortunadamente, se canceló el proyecto, de forma que el Seat Ibiza Cupra no tuvo continuidad ni en Seat ni en la nueva marca.
Así, el último de la saga Ibiza Cupra se remonta a 2016, quebrando una historia que nació en 1996 en la época en la que Seat peleaba en el Mundial de Rallyes. Montaba motor 1.8 TSI de 192 CV (0-100 km/h en 6,7”), contaba con amortiguación variable en dos etapas y su precio rondaba los 21.500 euros.
Ford Focus RS
Afortunadamente, los Focus ST siguen plenamente vigentes, pero la fiera Focus RS ha desaparecido de la gama. En principio, Ford planeó añadir hibridación ligera a una posible futura generación de Focus RS basada en la reciente gama Focus, que alcanzaría los 400 caballos y contaría con niveles aceptables de emisiones y pegatina Eco, pero todo apunta a que esto no se producirá.
Aún no se han perdido todas las esperanzas. El último Ford Focus RS, de 2016, estrenó un magnífico sistema de tracción total parejo al de los actuales Mercedes-AMG A 45 S o Volkswagen Golf R, capaz de entregar la potencia a las cuatro ruedas o solo a las traseras. Su motor 2.3 tenía una potencia de 350 CV, garante de un cero a cien en 4,7 segundos. Su precio, unos 41.000 euros.
Opel Corsa OPC
El OPC fue el más deportivo de los Corsa gracias a los 207 caballos que entregaba la versión de 2015, merced a su motor 1.6, aderezado además con amortiguadores Koni más duros que una tabla, frenos Brembo y cubiertas Michelin Pilot Super Sport. Por si fuera poco, algunas variantes especiales contaron con autoblocante. Así armado, resolvía el cero a cien en 6,8 segundos, y su precio no superaba los 20.000 euros. La nueva gama Corsa tampoco incluye versiones GSi, aunque sí GS Line.
Opel Astra OPC
Heredero de los míticos Kadett GSi, pero bastante más agre- sivo, el último de los Astra OPC llegó en 2011 armado con motor 2.0 de 280 CV, a un precio de unos 32.000 euros. Uno de sus más agresivos elementos era el autoblocante delantero, imprescindible para su alta cifra de potencia (a entregar a un solo eje), y con el que podía pasar de 0 a 100 km/h en 6”, algo penalizado por su elevado peso, unos 1.550 kilos.
Peugeot 308 GTI
El 308 GTi se fue en su mejor momento, pues la versión de 2017, al contrario que su predecesor, era uno de los modelos más ligeros de su categoría, con tan solo 1.280 kilos. Con los 272 caballos generados por su motor 1.6, resolvía el paso de cero a cien en tan solo 6 segundos, a lo que colaboraba el autoblocante Torsen delantero. Su precio rondaba los 32.000 euros.
Peugeot 208 GTI
Con la pérdida de este modelo se va un pedazo de historia, pues el nacimiento de su saga se remonta
al mítico 205 GTi, que se produjo en 1984, un coche que llegó a ser rival del Volkswagen Golf GTI nada menos. El último 208 GTi, firmado por Peugeot Sport en 2013, contaba con los mismos caballos que su nombre, 208, y además de autoblocante delantero tenía la misma trasera juguetona que caracterizó a casi todos sus predecesores, lo que le convertía en un travieso deportivo realmente emocionante. Pasaba de cero a cien en 6,5 segundos y costaba alrededor de 27.000 euros.
Reanult Clio RS
Otra pérdida irreparable, como casi todos los modelos citados, y cuya saga nació con los Clio 1.8 16V de los años 90. El último Clio RS, heredero de aquellos y de los Clio Williams, se remonta a 2018, y su motor 1.6 entregaba 200 CV, que se incrementaban a 220 en la versión Trophy, todavía más agresiva. Su precio: 23.000 euros. En cuanto a prestaciones, era capaz de pasar de 0 a 100 km/h en 6,7 segundos. Desafortunadamente, fue muy criticado porque muchos consideraron a su predecesor, con motor 2.0 atmosférico, más trepidante, y además era manual, mientras que el último Clio RS contaba con cambio de doble embrague.