Sigue pasando el año y justo el día que estoy escribiendo esta crónica es la jornada en la que Hyundai Motorsport ha comunicado el fichaje como piloto del programa WRC2 de Fau Zaldívar, mi piloto, para el programa que la marca tiene preparado en la segunda categoría del Mundial. Sin duda, es una muy buena noticia para nosotros y nos vamos a esforzar a tope para no defraudar las expectativas que la marca coreana ha puesto en nosotros.
Nosotros, por nuestra parte, a primeros de marzo por fin corrimos nuestra primera carrera del Campeonato Petrobras de Paraguay, el Rallye de Guairá, en Villarrica, en pleno final del verano austral. El calor era casi insoportable; sin duda, los días más calurosos de todos los que llevo acudiendo a Paraguay desde hace casi año y medio. Las restricciones por la pandemia en Paraguay ya han cesado bastante y por tanto el público acudió en muy buen número a presenciar la carrera. Como siempre, la organización y los comisarios hicieron un fantástico trabajo; este de Guairá era un rallye nuevo para mí, pues fue de los que el año pasado no se pudieron correr.
Tuvimos mala suerte muy al principio, pues a un fallo absoluto de los interfonos en el segundo tramo (que solo pudimos medio solventar parando en el tramo y reseteando el coche) hubo que sumar un pinchazo en el tercer tramo que ya nos hizo descolgarnos definitivamente y caer a la 10ª plaza provisional. Todo el resto del rallye fue un luchar a tope para recuperar posiciones y llegar hasta donde pudimos, la cuarta plaza final. En cualquier caso, unos buenos puntos para comenzar el certamen, aunque nuestro objetivo, igual que en el resto de carreras paraguayas, sea evidentemente luchar por cada rallye y por el campeonato en sí.
Poco antes del primer viaje a Paraguay del año tuve otro a Ecuador, la primera vez que acudía a ese bonito país. “Lucho” Mena, uno de los mejores copilotos y promotores de Sudamérica, me organizó un curso de copilotos, con el apoyo también de la Federación Ecuatoriana de Automovilismo. Me impresionó mucho el interés y la disposición de los cursillistas que acudieron; cada día me gusta más lo de enseñar lo que yo he ido aprendiendo. Realmente también vinieron pilotos, puesto que una parte del curso hablaba de las diferentes posibilidades que hay en el mundo de las notas. Salvo en el caso de una mente obtusa, mediocre, acomplejada o reducida, que de todo hay, es importante aclarar, y yo lo puedo hacer al haber corrido con casi 50 pilotos distintos, que no hay un sistema de anotar los rallyes ni ideal ni único. Hay casi tantos como individuos; de lo que se trata es de hacer entender a cada individuo, a cada piloto, cuál es el que mejor se adapta a sus características.
El pensamiento único, el totalitarismo psíquico, el copiar por copiar, jamás hará exprimir nuestro 100% en un tema tan complejo como el de describir objetiva y subjetivamente cómo es una carretera de rallye, sobre todo si nos vamos a jugar la vida en ello. En mi caso, en el 80% de los casos trato de, sobre el sistema de notas que ya tienen, implementar una serie de vocablos, suprimir otros y, sobre todo, añadir conceptos nuevos y repartir herramientas para que desde esa base sigan creciendo en el desarrollo de sus notas. Pero, sobre todo en el caso de los que llevan tiempo corriendo, respetando la base desde la que parten.
Vienen ahora varios viajes seguidos. Cuando leáis esto ya habré corrido otro rallye más en Paraguay, el Trans Itapúa, donde estrenamos nuestro nuevo Hyundai i20, similar al modelo con el que disputaremos el Mundial a partir de mayo con el equipo RedGrey.
Nº 1770 (Abril, 2022)