Siguen los viajes a América. En el momento que escribo estas líneas, justo el lunes después de Semana Santa, estoy al pie del avión que me lleva a Córdoba (Argentina), donde voy a tener el privilegio, junto a Fau Zaldívar, de correr la tercera prueba del Campeonato Argentino de Rallyes, segunda del Campeonato FIA Codasur. Realmente, ni uno ni otro campeonato los vamos a seguir regularmente este año, pero, además de la proximidad geográfica a Paraguay, hemos valorado mucho lo parecido que es el terreno de la zona de Mina Clavero, sede del rallye, con lo que nos encontraremos en nuestra primera cita mundialista del año, el Rallye de Portugal.
Ni qué decir tiene que, pese a no ser para correr la habitual fecha del WRC, no presente en Argentina desde la pandemia, me hace mucha ilusión volver a esas tierras. Hace unas horas, conduciendo desde Cantabria a Barajas, recordaba la primera vez que visité Argentina, junto a “Chus” Puras, para correr con el Ford de Mike Little. Parte de esos tramos también los voy a hacer este año, pero lo verdaderamente increíble es el rápido paso del tiempo. Yo de aquella contaba con tan solo 25 años. Fue en el invierno austral de 1994, justo cuando en el mes de julio el país entero se paralizaba para ver jugar a su selección en el Mundial de Estados Unidos. Pues eso, 28 años. De hecho, eso de hacerse en pleno invierno trajo como consecuencia que en mi siguiente aparición allí, junto a Seat y “Chus” en 1996, tuviésemos nieve a raudales durante los reconocimientos en las zonas altas del Cóndor y Giulio Cesare. Luego el rallye se trasladó, al igual que este año, al mes de abril, mucho menos extremo, al tratarse del otoño. Ese es otro de los privilegios de mi actividad, el cambiar tan fácil de estación.
Y esto me sirve para hablar del pasado RallyMobil de Concepción, en Chile, adonde nos desplazamos directamente tras disputar el Rallye Trans Itapúa en Paraguay. Resulta que, tras la cita paraguaya en la ciudad del Paraná, recibimos la oferta de ocupar la plaza de otro piloto que causó baja por temas médicos y que dejó libre uno de los Hyundai i20 del equipo Point Cola chileno. A Chile nos fuimos, por cierto, con bastantes restricciones de entrada debido a la pandemia, y allí tuvimos la ocasión de disputar un rallye extremadamente exigente y complicado, no tanto para las máquinas como para piloto y copiloto. Una auténtica montaña rusa las pistas de allí, llenas de curvas y extremadamente técnicas.
Evidentemente, no pudimos luchar por la victoria contra pilotos locales que se lo conocen todo como la palma de su mano, pero sí que nos sirvió muchísimo para practicar en un terreno más puramente europeo. Por otra parte, decir que la calidad de dicho Campeonato Chileno es tan buena como la del Paraguayo, y la afición y todos los medios de prensa son muy entendidos y con un gran bagaje de conocimientos. El rallye además se disputaba en la zona y ciudad donde en 2019 se desarrolló la cita del Mundial de Rallyes, la única que hasta el momento han disfrutado en el país.
Se abre ahora, desde que tome este avión a Argentina que ya me espera, posiblemente la parte más intensa de este 2022. Tras Argentina regreso cinco días a casa y luego vuelvo a cruzar el Atlántico para el Rallye de Paraguarí, y casi seguido los tests y el Rallye de Portugal, muy cerca en el tiempo del Rallye de Cerdeña. Como sabéis, todo lo de Sudamérica lo disputamos con el equipo MZR, y ya a partir de Portugal, en todas nuestras citas del WRC, correremos con el equipo Red Grey, como piloto que va a ser Fau Zaldívar de Hyundai Motorsport en el seno de su equipo oficial de WRC2. Vamos a darlo todo para que los resultados sean los mejores posibles, sin escatimar esfuerzos y dedicación.
Nº 1771 (Mayo, 2022)