Tras una emocionante carrera en Gateway, el campeonato podría decidirse de manera matemática en Portland, penúltima cita del calendario. Un podio de Palou sería suficiente para hacerse con el título.
La de Gateway no ha sido una carrera fácil para Álex Palou. Todo comenzó con una jornada de clasificación marcada por la lluvia en la que se podía perder más que ganar. En esas condiciones, el barcelonés del equipo Ganassi logró clasificar quinto. Sin embargo, la posterior sustitución del motor una vez finalizada la sesión cronometrada, le obligó a retroceder hasta la decimocuarta posición de Parrilla. Su rival, Scott Dixon, también sufrió una penalización que le relegó al decimosexto puesto, dos más que Palou.
El autor de la pole fue el estadounidense Josef Newgarden, que heredó el primer puesto del también sancionado Scott McLaughlin. No obstante, de poco le sirvió para hacerse con la victoria, pues el neozelandés del equipo Penske tuvo que retirarse después de un leve toque contra el muro a falta de 47 vueltas.
Después del abandono de uno de los hasta ahora aspirantes al título, el triunfo fue a parar a manos de un espectacular Scott Dixon, que firmó una carrera impecable. La estrategia fue clave, pues el neozelandés hizo dos paradas menos que el resto de favoritos. La victoria en Gateway le permite recortar diferencias frente a Palou (74 puntos). Sin embargto, el barcelonés, puede hacerse con el título de manera matemática en Portland el próximo fin de semana. Si hace podio o Dixon suma menos de 20 puntos, Palou será campeón.