Los Track Days nacieron hace un par de décadas en Reino Unido. En España, aunque la organización de este tipo de eventos es muy limitada y su público es más bien reducido, poco a poco van ganando terreno.
A continuación, te planteo seis coches que he probado y que me parecen interesantes por su imbatible relación entre precio, prestaciones y mantenimiento. Nada de rarezas, ni de coches en los que conseguir un recambio sea casi una misión imposible. Todos son modelos que tienen sus años, que en la mayoría de los casos han pasado por las peores manos y que han tenido un mantenimiento que prácticamente ha brillado por su ausencia. Así que, si vas a plantearte la compra de los cinco coches que aquí te recomiendo, verifica bien todo y ándate con ojo.
Suzuki Swift Sport (2005-2011)
Aunque más o menos todos se dan la mano en cuanto a precio, sobre todo si buscamos unidades decentes, el modelo japonés puede ser de las opciones más económicas y razonables. Como coche para uso diario es un magnífico urbano, pues tiene unas dimensiones muy contenidas y se conduce de maravilla. Para uso deportivo también es un coche que luce con luz propia, pues es muy ligero, tiene un motor atmosférico de gasolina de 130 CV que rinde de maravilla y un chasis equilibrado que te permite conducir al límite de la adherencia con facilidad.
Ford Fiesta ST (2005-2008)
El primer Fiesta ST que Ford lanzó al mercado es de los mejores GTI que he probado. Sin duda, un gran desconocido que pasó de puntillas en su momento. Su conducción es muy agradable en todo tipo de condiciones, y su tren trasero da mucho juego para divertirse y encontrar un comportamiento muy neutro en curva. Su motor de 150 CV responde con energía y da gusto estirarlo. Además, gracias a la ligereza de todo el conjunto, las prestaciones son brillantes. Si encuentras una buena unidad a buen precio, no lo dudes ni un momento.
Peugeot 206 GTI (2002-2005)
El modelo de Peugeot es todo un clásico que no necesita presentación. Al igual que el Fiesta, su tren trasero también da mucho juego en cuanto quieres buscarle mínimamente las cosquillas. No obstante, a diferencia del Ford, las reacciones a la hora de sobrevirar son más bruscas. Para mí no es un inconveniente, pero esa forma de reaccionar requiere de mayores dotes al volante y más precaución a la hora de trazar en curva rápida. Como coche de uso diario también es muy agradable de conducir, pues el cambio y los pedales son una delicia por tacto y suavidad. La dirección, muy precisa, también es suave además de comunicativa.
Renault Clio Sport (1998-2005)
Otro clásico de los GTI franceses. Es un coche que he tenido la oportunidad de disfrutarlo durante 15 años. Fue muy doloroso despedirme de él, pero por circunstancias que no vienen al caso, no me quedó más remedio que venderlo. Mi unidad era un fase 2 de 182 CV y Chasis Cup, una de las últimas unidades de la segunda generación del Clio. El Clio Sport, al menos en la versión más radical, es un coche pensado para correr, pues no tiene demasiadas concesiones al confort frente a sus rivales; la suspensión es muy seca, la dirección, pedales y cambio muy duros, los asientos que equipa de serie no son los mejores en cuanto a sujeción, el volante es como el de un camión y la respuesta del motor a bajo régimen es escasa cuando se hace un uso normal y a velocidades legales. Por el contrario, es un GTI muy eficaz y el motor corre mucho cuando lo llevas alto de vueltas. De atrás no se mueve tanto como sus rivales, pero cuando lo hace, reacciona de forma algo brusca aunque fácil de controlar. Si encuentras una buena unidad a un precio razonable, el Clio es, sin lugar a dudas, una buena compra.
Citroën C2 VTS (2004-2009)
Mi quinta recomendación es un muy buen GTI del que todavía guardo un magnífico recuerdo. Se trata de un coche muy ligero, ágil y que equipa un pequeño motor de 1.6 litros y 125 CV que rinde de maravilla y consume muy poquito. Su tacto de conducción es extraordinario. Al igual que el 206 GTI, el modelo de Citroën también cuenta con un tacto suave y agradable en los pedales, dirección y cambio. El tren trasero tiende a zigzaguear cuando se frena fuerte a altas velocidades, pero no resta nada de confianza al volante, pues el coche va por la línea que se le marca. En curva era una maravilla gracias a su eficacia y agilidad. Todavía hay unidades en muy buen estado a un precio bastante razonable.
SEAT Ibiza FR (2002-2008)
Para poner el broche de oro no puede faltar SEAT, una marca que siempre ha estado muy ligada a la deportividad. El acabado FR, que era la antesala de la versión CUPRA, la más alta de gama, se comercializó con dos motorizaciones; 1.9 TDi de 130 CV y 1.8 20VT de 150 CV. Cualquiera de las dos opicones es recomendable, pues son dos muy buenos motores que aportan mucha fuerza y un alto nivel de prestaciones. En cuanto al comportamiento de ambas versiones, no llegan a la finura de sus rivales franceses, pero al final logran ser tan eficaces como ellos. Además, gracias al 'chasis ágil', bautizado por SEAT, el Ibiza cuenta con un tren trasero con cierto efecto direccional que da mucho juego para divertirse y encontrar un coche muy neutro en curva lenta y media. En curva rápida ya es otro cantar, pues en esas condiciones es un coche más exigente y nervioso. Como coche para todo uso es una magnífica opción.