El pequeño urbano de Dacia se renueva por completo para ofrecer un nuevo aspecto exterior e interior, además de plantear un equipamiento más completo y avanzado. Su gama de motores no varía y se sigue ofreciendo en dos versiones de 45 y 65 CV.
Exteriormente, los cambios son considerables. De este modo, el urbanita eléctrico de Dacia luce unos nuevos grupos opticos (tanto en la parte delantera como en la trasera), unos nuevos adhesivos que adornan los paragolpes delantero y trasero (sólo disponibles en el acabado Extreme) y nuevas llantas de aleación de 15 pulgadas (ahora de serie en las versiones equipadas con la motorización de 65 CV). Además, como en todos los nuevos modelos de Dacia, se han eliminado las piezas decorativas cromadas. Lo mismo ocurre con las barras de techo, generalmente superfluas en un vehículo que se usa principalmente para trayectos cortos, cuyo abandono permite ahorrar peso y ganar en aerodinámica, y por tanto en autonomía.
El salpicadero se ha reinventado por completo, tanto para integrar el nuevo diseño interior de Dacia, que se distingue por una arquitectura mucho más horizontal, como para integrar una nueva gama de pantallas digitales. Spring recibe un cuadro de instrumentos digital y personalizable con una pantalla de 7 pulgadas en todas las versiones y una gran pantalla multimedia central de 10 pulgadas en el nivel de acabado superior. Los colores y materiales del interior se han replanteado para ofrecer una calidad superior, pero minimizando la diversidad para controlar los costes, de acuerdo con la filosofía Dacia.
Dos versiones de 45 y 65 CV
En el apartado mecánico, no hay novedades, pues se sigue apostando por las dos opciones de 45 y 65 CV. No obstante, la versión de mayor potencia ahora es más accesible, ya que ahora se ofrece desde el nuevo nivel de acabado Expression, además del nivel de acabado Extreme. Por su parte, la motorización de 45 CV está disponible con el nivel de acabado Expression.