La temporada da comienzo con el Ecorallye de la Comunitat Valenciana.
Pistoletazo de salida para una nueva temporada del Campeonato de España de Energías Alternativas, con muchas novedades tanto reglamentarias como de participación. La primera cita ha sido el Ecorallye Comunitat Valenciana, disputado el pasado fin de semana en Castellón, y que además ha sido puntuable para la Copa FIA Internacional.
Un pionero que celebra la que es su décima edición recordándonos que en sus inicios contaba con poca participación de eléctricos, y estos hacían un recorrido muy reducido porque no pasaban de 200 kilómetros de autonomía en el mejor de los casos. Ahora forman el grueso de los participantes y raro es el que no alcanza los 400 kilómetros. Las otras dos categorías presentes siguen siendo las de híbridos enchufables e híbridos. Es en esta última donde ha habido revolución de la mano de la Copa Kobe.
Eneko y Lucas, de nuevo en lo más alto.
Eneko Conde y Lukas Sergnese, de nuevo ganadores FIA
Sin una clasificación general combinada, las tres categorías citadas pelean de forma independiente, pero si bien es imposible comparar los resultados de consumos de esas tres categorías -de ahí la falta de una general-, la regularidad es la misma para todos. Por ello la victoria en el certamen FIA de Eneko Conde y Lukas Segnese (Kia e-Niro) tiene el mérito de ser la más valiosa, pues han sido los más regulares de todas ellas. Eran los favoritos, pues son nada menos que los campeones del mundo -Eneko es bicampeón-, y lo corroboraron con su resultado imponiéndose a los canarios Toni y Aday Luján (Renault Zoe), que han sido segundos. El podio lo ha completado la pareja formada por los cántabros Ricardo González Pozueta y José Manuel Salas (Kia e-Niro), en tercera posición.
Eléctricos
La victoria FIA fue distinta a la victoria en el nacional. Algo que se debe a que el recorrido FIA es más amplio, y en él se mide la eficiencia en cada tramo, mientras que en el nacional se computa por todo el recorrido del rallye. Por eso Eneko/Sergnese bajaron a la cuarta plaza en la general de la nacional de Eléctricos. Primeros fueron González Pozueta y Salas (Kia e-Niro), seguidos de los castellonenses Lucas Pérez y Miguel Ángel Casado (Hyundai Kona EV), dando paso a los también locales José Manuel Pérez Aicart -afamado piloto de circuitos- y Javier Herrera (Hyundai Kona EV), segundos y terceros respectivamente. Mientras, el equipo campeón de híbridos enchufables del pasado año, Santiago Sánchez/Javier Ortega, se han pasado este a los eléctricos y fueron quintos con Toyota bZ4X.
Híbridos
En la categoría de híbridos, llamó la atención el desembarco de la Copa Kobe, organizada por el concesionario madrileño de Toyota, que se estrenó con siete participantes montados en otros tantos Toyota Yaris Hibrid que pelean en condiciones de total igualdad. Por ello la victoria se vendió cara, y por ello los ganadores no solo lo fueron entre los Yaris, coparon además el podio absoluto de la categoría, es decir, los tres primeros de la Copa fueron también los tres primeros de la general de híbridos.
Desde casi el primer momento, Carlos Sergnese y su hija Luzia -padre y hermana de Lukas respectivamente- entablaron un ameno tú a tú con Bruno Méndez y Manuel Soler que duraría todo el sábado. Sergnese es el creador del sistema CAS de medición de regularidad, y Bruno es un piloto de circuitos acompañado de un veterano de la regularidad. Todo estaba abierto.
A la lectura final de resultados, el domingo, llegan todos los concursantes sabiendo sus resultados en regularidad, que se ofrecen casi en directo tras la disputa de cada tramo, pero desconocen los de eficiencia, que se mide el domingo por la mañana tras el repostaje y recarga de vehículos, y que la organización desvela minutos antes de la entrega de premios. Esas son las dos cosas que se miden para escoger al ganador... y la manera de combinarlas ha cambiado este año. A ese momento final llegaban los Sergnese como líderes en regularidad, por delante de Méndez/Soler, pero el resultado de los consumos podía cambiar las cosas.
Finalmente, tras la suma de la eficiencia, fueron los Sergnese los que lograron la victoria por delante de Bruno y Manuel, dando paso a Carlos Herranz y Alfonso Gil, terceros. Que el resultado en consumos no cambiase tras añadir el de regularidad responde sobre todo a que la valoración de la eficiencia ha caído drásticamente esta temporada, ya que ha perdido su preponderancia frente a la primera para pasar a un segundo plano. Te lo explico un poco mas adelante, porque da para escribir un libro.
En la Copa, cuartos fueron el piloto de rallyes José Manuel Pizarro y su hijo Daniel Pizarro, por delante de José Ignacio Tamayo, veterano director de comisarios de pista, copilotado por Alberto Tébar, dando paso al periodista de motor Pablo García, acompañado de Tiffany Araujo, y al que suscribe, Rafael Cid, con el extremeño David Osma al lado.
Híbridos enchufables
Entre los híbridos enchufables fue el equipo de Cupra España, formado por Javier Hernández y Jordi Parro (Cupra Formentor Hybrid), el que se alzó con la victoria, una pareja muy competitiva formada por un piloto habitual de los circuitos de velocidad en sus años mozos y un copiloto profesional. La segunda posición recayó en manos de los extremeños Ángel Santos -también piloto de velocidad- y Mario Osma (Toyota RAV4 Plug-in) y finalmente la pareja formada por los castellonenses Óscar Donet y Cristina Natalia Grigore (Toyota RAV4 Plug-in) ha sido tercera.
Angel Santos y Mario Osma.
Desde dentro, y nuevas mediciones
Junto con el extremeño David Osma, participamos en la Copa Kobe a los mandos de uno de los siete Toyota Yaris, con los colores de AUTOhebdo SPORT.
Desafortunadamente, los instrumentos nos fallaron todo el día y por ello en la clasificación de regularidad caímos a la última posición. Eso sí, logramos ser el equipo con menor consumo no solo de la copa Yaris, también de toda la categoría de híbridos. Eso sí, por coeficiente nos ganó en eficiencia nada menos que Luís Climent, afamado piloto de rallyes que ha participado en todas y cada una de las ediciones de esta prueba, acompañado ésta por Víctor Buades (Lexus UX).
Según el reglamento del pasado año, como séptimos en regularidad y primeros en consumo en la Copa, hubiésemos alcanzado la tercera o cuarta plaza finales de la misma. En esta ocasión, con la nueva normativa, nos quedamos séptimos, como en regularidad. Te cuento porqué, lo que nos servirá como ejemplo para explicar la nueva normativa.
Rafa Cid y David Osma.
La temporada pasada, el resultado en eficiencia se medía por una compleja fórmula que se aplicaba al consumo de cada vehículo que hacía que unos pocos coches fuesen los mejores en todas las ocasiones, y ahora se ha decidido que cada coche compita contra su consumo medio homologado, de forma que obtiene mejor puntuación el que más logra rebajarlo. Podríamos decir que así cada coche compite contra sí mismo buscando que más coches tengan opciones de ganar.
Pero la clave está en que a la hora de mezclar esta clasificación con la de regularidad, antes se establecían dos clasificaciones paralelas -eficiencia y regularidad-, y se hacía una media que otorgaba un punto al ganador en ambos casos, dos al segundo, tres al tercero, etc (es decir, cuanto menos, mejor). Cada participante sumaban ambas clasificaciones, se dividía entre dos, y ese era su resultado. En caso de empate, se ponía por delante al más eficiente. Por eso en nuestro caso, siendo últimos en regularidad y primeros en eficiencia, hubiésemos clasificado en la justa mitad de la tabla. Un puesto por delante en caso de empate. Entre siete, cuartos seguro, quizá terceros, pues la eficiencia contaba más y era nuestra.
Ahora, de nuevo hay dos clasificaciones que se combinan, pero los cálculos son más complejos y menguan la valoración de la eficiencia. Así, en regularidad se dividen las penalizaciones totales del rallye de cada participante por los puntos de control existentes, de lo que sale una cifra que este año ha variado entre los 0,323 de los mejores y los 45,277 puntos (cuanto menos, mejor) de los peores. Eso quiere decir que los ganadores han pasado una media de 0,323 segundos por delante o por detrás de su hora exacta de paso en cada punto de control de los varios que hay en cada tramo, y los peores han sido unas 125 veces menos precisos.
Mientras, en eficiencia, al que menos consume se le otorga ahora el valor 1, y los demás participantes suman puntos proporcionales al alza según suben su consumo. Así, como puedes deducir el valor mínimo es 1, el del ganador, y en el peor de los casos se ha llegado a 2,150, es decir, el peor de esta prueba ha sido 2,15 veces más ineficiente que el ganador según esta forma de medir las cosas.
Volviendo a nuestro caso, hemos sido el 1 en eficiencia en la Copa, y el 1.010 en la categoría, pero en regularidad subimos a 4,846 puntos, con 5,857 en la suma total de ambas cosas. Séptimos pues.
En la práctica, el cambio de norma hace protagonista a la regularidad, y convierte a la eficiencia en un factor secundario que de todas formas puede seguir dando emoción y cambiar las cosas, sobre todo cuando la clasificación de regularidad está apretada, momento en el que la eficiencia seguirá siendo clave.
¿Mejor o peor?
Son muchos los participantes que han pedido que la regularidad prime sobre la eficiencia, con lo que las cosas parecen bien hechas y creo que gustan a la mayoría, que es lo que importa. Pero dado que existen cientos de rallyes de regularidad, y que los del Campeonato de España de Energías alternativas son los únicos en los que también se valora el consumo, personalmente prefería el calculo anterior. Y más teniendo en cuenta que el consumo es algo real que tiene repercusiones en la vida práctica, que los fabricantes se mueren por rebajar para que ahorremos dinero y salvemos al planeta: si conoces bien la técnica puedes utilizarla para gastar menos combustible en tu día a día. Con nuestro Yaris marcamos 3,8 litros a los cien, 0,2 menos de lo que dice el fabricante. Mientras, la regularidad es un juego inventado por adictos a los coches como nosotros difícil de aplicar en cualquier otro contexto.
