Sébastien Loeb, a los mandos de su BRX Hunter T1+, se ha anotado una nueva victoria en la novena etapa del Dakar. En una jornada, en la que Sainz y Audi siguen liderando la prueba sin fisuras.
Tras la etapa de hoy, la novena, el cuarto Touareg de Carlos Sainz está cada vez más cerca. Hoy el equipo de Audi lo tenía todo de cara para afrontar la jornada con éxito. Y así ha sido pese a los dos pinchazos de Ekström, que salía por delante a modo de liebre. No obstante, todavía le quedaba otro escudero de lujo, en este caso Peterhansel. 'Monsieur Dakar' ha arropado perfectamente al madrileño para llevarle hasta la meta sin incidentes. Bien es cierto que Sainz ha competido un día más de manera muy inteligente, pues ha rodado a un ritmo alto, pero sin correr riesgos innecesarios. Todo lo contrario de Loeb, que se ha visto obligado a arriesgar más de lo previsto para tratar de arañar todo el tiempo posible.
"Éramos uno, dos y cuatro esta mañana, con Chicherit en el medio, a quien hemos adelantado. He esperado a Carlos seis minutos en la salida para escoltarlo durante toda la especial, siempre a unos treinta segundos por si las moscas. No ha sido fácil para él. Al principio tenía muchos coches delante dejando sus huellas pero los últimos 200 km los ha hecho solo. He visto que dudaba aquí y allá pero no ha cometido errores serios de navegación. No ha sido fácil. Podría pensarse que con nuestras trayectorias y nuestros años de experiencia el estrés bajaría, pero el Dakar es una carrera importante y uno siempre quiere hacerlo bien. Recuerdo que en 2021 yo ganaba y eso no quita que pasara estrés de principio a fin. Ese miedo a cometer errores y dejar escapar la victoria siempre te persigue. Carlos está bien posicionado, pero Sébastien es capaz de recortarle diez minutos al día, más si arriesga. Así que entiendo el estrés de Carlos. Tener 20-25 minutos está bien, pero si tienes un problema técnico al final los pierdes volando", ha declarado Loeb.
El balance de hoy no puede ser mejor, pues Loeb, que ha sufrido dos pinchazos en la primera mitad de la etapa, sólo ha recortado 4:14, ante un Sainz que únicamente se ha dedicado a dosificar su ventaga de manera inteligente para cubrir el expediente y, de este modo, 'liquidar' una etapa más.
“Una etapa superestresante. Hemos alcanzado a Matthias, hemos abierto y, a partir de ahí, pues se hace más complicada la navegación. Pero bien, contento de acabar otro día más”, ha resumido Sainz.
Nuevo abandono de Al-Attiyah
Nasser Al-Attiyah ha vivido otra etapa para olvidar. Si en el día de ayer el motor Ford de su Hunter dijo basta, en la joranda de hoy los problemas se han centrado en la dirección asistida, justo en el primer kilómetro de la especial. El problema mecánico le obligó a retirarse y tendrá que gastar su segunda bala de sus jokers para poder reengancharse mañana.
La etapa de mañana casi se podría decir que es de transición, aunque afirmar esto resulta muy osado en una prueba tan exigente y traicionera como el Dakar. La joranda constará de un total de 371 kilómetros en la especial y 241 de enlace. El recorrido será un bucle entre entre las monumentales rocas de la región de Al-Ula. Loeb abrirá pista y Sainz saldrá justo detrás de él, con Ekström y Peterhansel muy cerca. En teoría, todo de cara para afrontar una jornada más en la que Sainz seguirá gestionando su liderato.
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