Desde los 400 hasta los 650 CV de potencia, los RS de Audi tienen el nexo común del tacto deportivo.
La gama RS de Audi es uno de los grandes ejemplos de como los coches, además de máquinas que nos ayudan en nuestra vida diaria, pueden ser también juguetes para adultos que logran que, más que el destino, lo que importa sea el viaje. Actualmente la familia RS de Audi cuenta con potencias que van de los 400 hasta los 650 CV, en carrocerías y con personalidades muy diferentes, con precios que van de los 92.000 hasta los 242.000 euros.
Para nosotros, el rey de la casa es el R8, porque ha nacido como deportivo, con motor central, dispone con un glorioso motor V10 carente de turbo de hasta 620 CV, y cuenta con versión de tracción trasera -RWD, de 570 CV- para aquellos que opinan que los 4x4 no se menean. Una verdadera fiera que ha ido limando y mejorando su personalidad con el tiempo en parte gracias a los mismos pilotos que compiten a sus mandos en las versiones de carreras. Disponible también en versión Spider, es capaz de realziar el cero cien en 3,1 segundos.
El siguiente nuestro orden de preferencias, y con un brillo especial, es el RS 3. Con sus 400 CV es el compacto más rápido del mercado, y su nueva generación cuenta con un sistema de tracción Quattro capaz de ser eficaz a no poder más o hasta ser un tracción trasera. Con ello, como ocurre con el R8 RWD, sigue sobre raíles... pero pulsando un botón desliza como un rajá.
Otro de nuestros favoritos es el TT RS de 400 CV, de nuevo nacido como deportivo, y la mala noticia es que dejará de fabricarse en breve. El R8 es fácil que tenga sustituto eléctrico, no así el TT.
A partir de aquí, la carga deportiva mengua. Muy poco en los RS 4 y RS 5, casi tan fieros como los RS 3 -y más potentes, con 450 CV-, y algo más en los RS 6, un verdadero rey de la autobahn capaz de emocionar y de transportarte a velocidades de vértigo con lujo y confort, y no lejano al RS 7, de aspecto más deportivo.
Y no podemos olvidar los SUV. El RS Q3 es casi tan fiero como el RS 3 en tacto, aunque su altura y peso le aparta de ser comparable. Pero como todo el resto de los SUV RS, cuenta con una carga deportiva líder en su segmento.
Caso aparte merece el RS e-tron GT. Su carga deportiva es pareja a la del RS 6, no alcanza el atrevimiento de los RS 3, pero su capacidad de aceleración es tal que asombra. Además, aunque pesado, sus kilos están particularmente bien repartidos. Era, quizá, el coche en el que mas compañeros probadores querían subirse en el Circuito de Navarra, lugar donde los probamos.