Tras varios años de parón, el Costa Atlántica Clásica regresa a las carreteras: una experiencia automovilística que te permite disfrutar al máximo de tu clásico deportivo.
Muchos aficionados al automovilismo guardan sus coches clásicos en el garaje esperando el momento de disfrutarlos. Aficionados que gozan de la conducción, del rugir de los motores, del olor a gasolina o del diseño de sus bellas máquinas, para los que no importa tanto el destino como el camino en si mismo.
El Costa Atlántica Classic es una experiencia automovilística que tiene como objetivo que los poseedores de un clásico deportivo puedan disfrutarlo al máximo. Además, pretende ser un altavoz de sensaciones que multiplique las de la conducción. Por ello son partes fundamentales del Costa Atlántica Clásica la competición en forma de regularidad, el turismo automovilístico y la gastronomía.
Esta edición 2022, el Costa Atlántica Clásica, con salida en Madrid, tendrá lugar en carreteras seleccionadas de Galicia y norte de Portugal entre los días 8 y 11 de octubre. Para disfrutar de los vehículos se han escogido rutas de carreteras reviradas, escenario de carreras míticas, como el Rally de Ourense, y cuenta con una jornada track day en el Circuito de Braga. Además, propone dos días de regularidad para que los participantes sientan la emoción de la competición, una de ellas en el citado circuito.
Por otra parte, han sido seleccionadas actividades que aúnan a la perfección el turismo con el automovilismo, como la visita al espectacular Museo Manolo Ferreira, o el Espacio Beny. AQUÍ tienes toda la información e inscripciones.
Pionero en los rallyes de regularidad en España
Durante una década, el Rallye Costa Atlántica Classic fue uno de los rallyes de regularidad más prestigiosos de España, en una época en la que no se había creado todavía un campeonato de regularidad nacional como tal. Desde el primer Jaguar, un SS 100, hasta modelos como los exóticos Lancia Stratos, o Alpine A110, pasando por roadster británicos o italianos -Mercedes Alas de Gaviota, Alfa Romeo...- docenas de coches clásicos de primer nivel y de rasgos deportivos compusieron el grueso de los participantes que durante más de una década recorrieron el sur de Galicia y el norte de Portugal.
Entre otros, uno de sus puntos fuertes era la carga turística de la prueba, que además de recorrer tramos míticos de rallyes de velocidad gallegos -lugar de gran tradición automovilística-, unía a la pasión de la conducción escenarios, hoteles y restaurantes que hacían del viaje una experiencia turística excepcional.
Este año, tras varios de pausa, el Costa Atlántica Clásica regresa con los mismos ingredientes que lo hicieron famoso: los mejores tramos de carreteras olvidadas, regularidad como entretenimiento, y los mejores paisajes, restaurantes y hoteles de la zona, todos ellos con un encanto especial. Además, ahora organizado por AUTOhebdo SPORT, mantiene en su staff a Rafa Cid, hijo del fundador y partícipe ya en las primeras ediciones.
Lugares especiales para los aficionados al automovilismo
Fruto de que los participantes tienen el nexo común de la afición al automovilismo, muchas de las propuestas turísticas del Costa Atlántica tienen como finalidad seguir disfrutando y aprendiendo del mundo del motor. Este año cuenta con dos muy especiales: El museo de Manuel Ferreira y el Espacio Beny.
El primero es una excelsa muestra de coches seleccionados de todas la épocas, de calle y de competición, y a cualquier tuerca se le irán lo ojos a todas sus esquinas, a todas las carrocerías que allí descansan, nada más entrar. Desde los Grupo B de rallyes de los años 80, sus versiones de competición, Ferraris o Lamborghinis de todas las épocas, Pegaso, Aston Martin, la lista es interminable e incluye coches que llamaron la atención del gran público. Tienen, cada uno, una historia que contar.
El Espacio Beny es una galería de arte, y su fundador, Beny Fernández, ha mezclado en ella sus dos grandes pasiones, la competición automovilística y el arte. Un lugar en el que empaparse de ambas cosas de la mano de su anfitrión, que tiene mil y una historias de carreras que contarnos de primera mano.
Museo Manolo Ferreira
Cuando el coche se apaga, los placeres continúan
Todos conocemos la red de Paradores, hoteles que se nutren de edificios nobles, arquitectura histórica y parajes incomparables. Estancias irrepetibles imposibles para cadenas internacionales. En esta ocasión se han escogido dos de los más señalados del noroeste de España, Santo Estevo y Baiona. Santo Estevo, antiguo convento benedictino, además de espectacular en su construcción y en sus vistas, radica en la zona de carreteras donde se han disputado tramos del Rallye de Ourense. “Algunos clientes se quejan de las reviradas carreteras de la zona”. Para los organizadores, es uno de sus puntos fuertes. Mientras, el Parador de Baiona fue un reducto defensivo, domina toda la zona y el Atlántico, en su posición elevada y rodeado de una muralla. Nada mejor para sentirse un gran señor. En la falda de su colina, es posible visitar una réplica de La Pinta, la carabela de Colón que, de regreso a España, atracó en Baiona propagando la noticia del descubrimiento.
Otra parte fundamental de Costa Atlántica Classic es la gastronomía: todas las jornadas los participantes disfrutarán de experiencias gastronómicas señaladas. Todo comienza con los restaurantes de los hoteles seleccionados por la organización que, dada su categoría, siempre ofrecen propuestas de calidad. Pero, sobre todo, las rutas diarias llevarán a los participantes a restaurantes sscogidos, en los que la experiencia culinaria apuesta más decididamente por lo local, la tradición y la calidad máxima, de tal forma que se convierte en un momento esperado por todos.
Este año, ejemplos son la Bodega El Capricho, quizá el mejor restaurante de carne de buey en España, o el Espacio Beny, donde su Chef nos traerá el mejor pescado y marisco del día de las lonjas de la Ría de Vigo.
Cañón do Sil, uno de los tramos del Rallye de Ourense por el que pasa el recorrido del Costa Atlántica.
Para todos los públicos
En el Costa Atlántica Clásica pueden participar todos los clásicos anteriores a 1997, aunque se recomienda que posean rasgos deportivos. Para modelos posteriores ha de contactarse con la organización. En cuanto a la regularidad, ha sido diseñada para que los veteranos peleen por la victoria, y los que todavía no la conocen puedan aprender a practicarla. El día de regularidad en circuito cada participante escoge su media para rodar, tras reconocer el circuito, con lo que cada uno puede disfrutar del ritmo que más le guste.
En definitiva, una experiencia completa y exclusiva, que por fin puede volver a las careteras tras los difíciles años del Covid.
Parador de Baiona.