El australiano Oscar Piastri marca el mejor tiempo de la sesión en los últimos minutos y con el compuesto blando en su McLaren. Carlos Sainz sale a pista, pero solo para practicar arrancada. Fernando Alonso se queda en el garaje.
La aparición de la lluvia alteró el desarrollo de los Libres 2 del Gran Premio de Japón. El líquido elemento cambió las condiciones del asfalto y los equipos adoptaron las medidas más precavidas. El rodaje en la última sesión del viernes fue muy limitado para unos e inexistente para otros. En los compases finales, ya con la pista en un estado propicio a los neumáticos blandos, la mayoría de pilotos se animaron a salir a la pista, aunque con la intención de practicar la arrancada desde los cajones de la parrilla. De los pocos tiempos que se marcaron durante los sesenta minutos, el más rápido lo firmó Oscar Piastri con su McLaren.
Los más activos de la tanda vespertina fueron los representantes de Racing Bulls, que no dudaron en montar el neumático intemedio y acumular varias vueltas en el circuito de Suzuka. Daniel Ricciardo necesitaba sumar esos kilómetros después de haber cedido su VCARB01 al debutante japonés Ayumu Iwasa en los Libres 1. Pero pocas conclusiones podrá extraer el australiano, que atraviesa uno de los momentos más difíciles de su trayectoria. Su compañero Yuki Tsunoda aprovechó la ocasión ante los aficionados de su país para situarse en lo más alto de la clasificación, un lugar que perdió cuando la bandera a cuadros ya estaba preparada.
Piastri, que antes había completado algún giro con los intermedios, calzó el compuesto blando y arrebató el mejor tiempo al #22. Lewis Hamilton y Charles Leclerc, también con la rueda con banda roja, posiciaron su Mercedes y su Ferrari en la segunda y tercera plaza, respectivamente. Lando Norris (McLaren) y Carlos Sainz (Ferrari) concluyeron en P6 y P7, pero con unos registros muy lejanos a los de sus precesores. Los Kick Sauber de Valterri Bottas y Guanyu Zhou se atrevieron a juzgar los niveles de agarre del trazado, así como lo hicieron Alexander Albon (Williams), Nico Hulkenberg (Haas), Kevin Magnussen (Haas) y Estaban Ocon (Alpine).
Las precipitaciones tuvieron su impacto en la agenda de Aston Martin. Los de Silverstone, con nuevas piezas, querían comprobar el rendimiento de estas en comparación con los elementos aerodinámicos que llevaron a Australia. Por eso, habían estructurado la jornada para que Lance Stroll incorporase las evoluciones en su AMR24 y Fernando Alonso siguiese usando el paquete anterior, con el objetivo de correlacionar los datos vistos en el simulador y ver qué se ajustaba más a Suzuka. Pero tendrán que trabajar con lo recabado en los Libres 1. En Red Bull, por contrario, no mostraron ninguna preocupación por quedarse en el garaje.
El mayor beneficiado de la escasa actividad en los Libres 2 fue Logan Sargeant. El estadounidense, que había sufrido un accidente con su Williams en los primeros ensayos, ni siquiera se había enfundado el mono. Sus mecánicos no dispusieron de un margen suficiente para solventar los daños en la caja de cambios y en la suspensión delantera del FW46 del #2. Al menos, le confirmaron a su piloto que el chasis no lamentó rotura alguna y que podrá regresar mañana al cockpit, espantando así los fantasmas de Melbourne.