La nueva versión olvida los cambios estéticos para invertir en valor y presume de acabado GR Sport. Ya está a la venta.
El Toyota Yaris, de 4 metros de longitud, sigue consolidándose como uno de los utilitarios más polivalentes del mercado, y sus claves son la fiabilidad y unos consumos record gracias a la hibridación. Ahora, a mitad de la vida comercial de su cuarta generación, lanzada en 2020, la firma japonesa lo actualiza con nuevo motor y más tecnología y digitalización, dando por confirmado otro de sus puntos fuertes: las estética, que no cambia. “Hemos preferido invertir en valor”, cuentan sus responsables. Por ello, el aspecto del nuevo modelo es casi indistinguible del anterior, y solo algunas llantas y colores, según acabados, le delatan.
Así, los GR Sport son los más distinguidos y deportivos gracias a la parrilla tipo panal de abeja, las llantas de aleación mecanizadas de 18 pulgadas con unas líneas decorativas rojas, asientos delanteros deportivos con tapicería alcántara y costuras especiales, pedales deportivos, volante en cuero perforado y emblemas GR en los asientos, el botón de arranque y el volante. Y lo mejor es que también cuentan con una maortiguación más deportiva, que les garantiza un rodar más ágil sin pérdida de confort.
Nuevo motor
La mayor novedad es la inclusión en la gama del nuevo motor de 130 CV, que da vida a las versiones 130H y que se suma al anterior de 116 CV (120H), que se mantiene en la gama. La firma japonesa ha optado por montar el nuevo 130H en las versiones de acabados altos, los denominados Premiere Edition y GR Sport, que a su vez cuentan con los colores exclusivos azul Neptuno bitono y gris Ascari respectivamente.
Así dotado, sus prestaciones mejoran para ofrecer una experiencia más jugosa de conducción, y que era necesaria pues su sistema propulsor híbrido da más importancia a los consumos que a las prestaciones y los 120H pueden quedarse cortos para algunos conductores. Ambos cuentan con el mismo motor gasolina 1.5 de 92 CV, al que se suman ahora 84 CV eléctricos en la versión 130H.
En ambos casos, las cajas de cambio son automáticas de engranaje planetario, un complejo sistema totalmente dominado por Toyota para combinar el rapidísimo giro de los motores eléctricos con el de combustión.
Así armado, el Yaris es excepcionalmente frugal y sus consumos parten de los 3,9 litros a los cien, cifras difíciles hasta para un diésel.
Nos subimos a la nueva gama en las cercanías de Sitges.
Dinámicamente, los Yaris apuestan por la suavidad y el confort, y por ello la amortiguación de los GR Sport les sienta muy bien, pues ganan en precisión, sin exageraciones, manteniendo el cuidado por los pasajeros. Los motores, como hemos esbozado, también prefieren el ahorro a las prestaciones. Así, gracias al motor eléctrico, disponen de bajos reseñables y una respuesta rápida, aunque no deportiva, lo que se agudiza según aumentamos la velocidad.
Más digitalización
En el interior, destaca la nueva pantalla digital, de hasta 12,3 pulgadas en los acabados superiores. Además, incorpora el nuevo sistema multimedia Toyota Smart Connect, diseñado para un funcionamiento más sencillo e intuitivo, con una interfaz de rápida respuesta y que incluye control por voz.
Todos los nuevos Yaris cuentan con climatizador, faros Full LED, control de crucero adaptativo, alerta y asistente de carril, sensor de parking trasero, detector de fatiga, aviso pre-colisión y un lartgo etcétera. Los acabados superiores incluyen llave digital, y la aplicación MyToyota, que dan acceso al vehículo hasta a cinco usuarios por medio de su smartphone y que permite bloquear, desbloquear o arrancar el vehículo sin tener que sacar el teléfono del bolsillo, además de controlar el climatizador o activar las luces de emergencia. Es compatible con dispositivos Apple y Android, y es de pago a partir del segundo año.
Por otra parte, el nuevo Yaris está equipado con un nuevo sistema de cámara y radar, reconoce peatones o ciclistas, y es capaz de frenar y avisar cuando detecta situaciones de peligro, e incluso desacelerar suavemente cuando el conductor suelta el pedal del acelerador al acercarse a un vehículo más lento o al entrar en una curva. Reconocimiento de señales o sistema de mantenimiento en el carril también están incluidos.