Max Verstappen ha logrado la victoria en Hungría saliendo desde la décima posición y se acerca a pasos agigantados a su segundo mundial en la Fórmula 1

Verstappen consigue una tremenda victoria en Hungría en un nuevo batacazo de Ferrari con los Mercedes, de nuevo, en el podio

George Russell confirmó la llegada de Mercedes con una vuelta estratosférica en la clasificación del sábado en condiciones adversas con la pista en pleno proceso de secado, quitándole de esta manera la pole en el último momento a Carlos Sainz. Mientras tanto, Verstappen no pudo superar la décima plaza en la Q3 tras sufrir problemas de potencia en su monoplaza. El Gran Premio de Hungría es la última prueba en el calendario antes del parón veraniego. Todos tenemos en nuestras retinas lo sucedido el año pasado, con la lucha de Fernando Alonso y Hamilton, la primera victoria de Ocon y el podio de Sainz. Así, y con probabilidades de lluvia, nos adentrábamos en el domingo de carrera para sellar el ecuador de la temporada en el circuito de Hungaroring.

La salida en seco, con algunas gotas amenazantes, estuvo sin incidentes y sin grandes cambios en el orden de parrilla. Verstappen imponía su ritmo desde el primer momento de la carrera y escalaba posiciones adelantando a los Alpine, junto a su compañero de equipo, Pérez.

El morbo llegaba a la carrera con el enfrentamiento en pista entre Hamilton y Verstappen, que tanto espectáculo nos ofrecieron el año pasado. La acción en el pit lane comenzaba sobre la vuelta 15. Leclerc superaba a Sainz en la primera parada en el box, con un ´undercut´.

Todo pintaba bien para el monegasco en Hungría, pero una nueva mala gestión de Ferrari lo dejaba sin opciones de victoria. Leclerc entraba en boxes para defender el ataque de Verstappen poniendo neumáticos duros, unos compuestos que ya se vieron en los Alpine que no funcionaban por problemas de temperatura.

Verstappen saliendo en la décima posición y con un trompo incluido, que pudo salvar con gran habilidad, lideraba con comodidad para conseguir una victoria inesperada en una impecable estrategia de Red Bull en el Gran Premio de Hungría. Con este resultado, el holandés tiene el mundial en sus manos. Todo puede ocurrir en la Fórmula 1 pero son ya muchos los puntos que los diferencia con los hombres de rojo, que siguen acumulando errores.

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El segundo piloto del día, sin duda, ha sido Lewis Hamilton. El británico ha podido escalar cinco posiciones demostrando un gran ritmo de carrera que se consolida con su segunda posición en el circuito húngaro. Parece que el siete veces campeón del mundo se ha adaptado completamente a un Mercedes que sigue sumando puntos cada fin de semana acercándose cada vez más a Ferrari y Red Bull.

El podio lo ha completado el ´poleman´, Russell, que ha estado a un ritmo inferior que el de su compañero de equipo, pero ha podido sumar un nuevo podio más para los intereses de Toto Wolf.

Las desgracias, en este caso, caían nuevamente para los de Maranello que apuntaban un ´1-2´ en la carrera tras los resultados en la clasificación. Ferrari no ha sabido gestionar el liderato de Leclerc con una equívoca decisión de neumático. Carlos Sainz se ha visto perjudicado con una lenta primera parada en boxes que le costaba la posición con su compañero de equipo y en el final de carrera ha tenido que aguantar con unos neumáticos blandos que no daban más de sí. El español no ha podido pasar de la cuarta posición, mientras que Leclerc, ha acabado sexto.

La quinta posición ha sido para Checo Pérez, que ha cumplido con creces su función de escudero en la escuadra austríaca. La séptima posición ha sido para Lando Norris, en una carrera solitaria.

El neumático duro ha condenado también a los Alpine, por lo que Fernando Alonso no ha podido cuajar una de esas carreras brillantes en un circuito que lo conoce a las mil maravillas. El piloto español ha terminado en la octava posición justo por delante de su compañero de equipo.

Todo listo para sentencia. Hemos llegado al ecuador de la temporada en la Fórmula 1 con un gran liderato de Max Verstappen que ha demostrado estar un punto por encima que sus rivales. La fiabilidad y los errores de estrategia en Ferrari han condenado a los de Maranello que soñaban con la gloria a principios de año.

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