Justo 48 horas después de enviar a AUTOhebdo la pasada crónica del mes de agosto, recibí la llamada de Fau Zaldívar para correr la siguiente carrera del Campeonato Paraguayo, pues su nuevo copiloto, Marcelo “Kirra”, no podía acudir por compromisos anteriormente adquiridos. Por descontado que dije que sí. No en vano, la separación de nuestros caminos deportivos, ya explicada en mi mencionada crónica del mes pasado, nada ha tenido de motivos personales; como bien dije, todo es porque el año que viene yo como copiloto ya no quiero salir de España. Es decir, imaginemos que Fau quiere correr alguna prueba en España y su copiloto habitual no pudiese venir, entonces yo en caso de estar libre iría de nuevo encantado junto a Fau.
Y mira por dónde esta presencia en pleno mes de agosto en Paraguay me sirve para despedirme a lo grande de este país tan maravilloso y donde he vivido tantas experiencias bonitas durante estos casi 2 años. El rallye que tengo dentro de unos días (ahora mismo son las 8 de la mañana del martes 9 de agosto y he aterrizado en Asunción hace 3 horas) se celebra en el centro del país, en Caaguazú, a medio camino entre Asunción y Ciudad del Este. Es de características muy parecidas al resto de rallyes de por aquí, es decir, terreno blando, a veces arenoso, bastantes rectas, muchos puntos donde tener claro dónde frenar, rasantes, saltos, etc.
Este rallye terminará el domingo 14 de agosto, y el lunes 15 viajo a España, justo el día que cumpliré 54 años. Mi decisión de a partir de 2023 correr solo en España se complementa con una actividad novedosa para mí, y que confío que con el tiempo y la experiencia me dé parecidas satisfacciones a las de ser copiloto de rallyes: ser o trabajar como coordinador, logístico, director de equipo o como lo quieran llamar ustedes. Y precisamente cuando ustedes estén leyendo esta página, yo ya llevaré varios días en Grecia, adonde acudo a realizar ese tipo de labores en el equipo MAPO Motorsport, gracias a que Xevi Pons ha tenido a bien ofrecerme ese trabajo. Vamos nada menos que con tres vehículos inscritos. Estoy muy motivado de cara a esa primera experiencia mía “fuera del coche”, y trataré de que poco a poco y paulatinamente esa actividad vaya ocupando cada vez más tiempo de mi vida en los rallyes.
Mi escenario ideal es poder correr como copiloto en territorio español unos nueve o diez rallyes, y después complementarlo con las funciones de dirección de equipo en pruebas internacionales. Me motiva, ya que veré los rallyes del Mundial desde otro punto de vista, con otro tipo de actividad y responsabilidades. De hecho, este verano he estado preparando con mucha ilusión el Rallye Acrópolis, fijándome mucho en los aspectos en los que no te fijas cuando eres copiloto. El planteamiento es claro: si hubiese corrido rallyes como copiloto a nivel internacional en 2023 me habría saturado completamente, y lo habría mandado todo a paseo. Sé que, si se me va dando bien, trabajar desde fuera del coche en un equipo profesional me va a aportar muchas cosas positivas, y además sin perder nunca la chispa de copiloto, gracias a mis apariciones en España.
Dentro de las novedades, cerré hace una semana mi participación como copiloto en el próximo Rallye de Catalunya. Me apetece especialmente correrlo este año, pues vete a saber si probablemente sea la última edición en la que me presento como copiloto.
Con los 54 años que me han caído en agosto, llegan a la par nuevos desafíos y motivaciones que me hacen estar muy ilusionado. Pero, a partir de 2023, lo dicho, en el extranjero solo fuera del coche. Y en España de copiloto.
Nº 1775 (Septiembre, 2022)