Hoy traemos hasta la web de Auto Hebdo Sport, un coche mítico, un vehículo que muy a su pesar se convirtió en triste historia del automovilismo deportivo. Se trata del Ferrari 126 C2 de 1982, y lo reproduce para Slot la firma italiana Policar.
Maurizio Ferrari, director de las marcas de modelismo Slot.it y Policar, sorprendió a la prensa y aficionados en el Hobby Model Show de Verona (Italia) en septiembre de 2021 con la presentación de una maqueta impresa en 3D del Ferrari 126 C2 de F1. Casi un año después se filtraban las primeras imágenes del coche de Slot.
Policar trabajó hasta el más mínimo detalle de dicho vehículo. No solo en cuanto a su carrocería, también su chasis, ya que reproduce el efecto Venturi, algo que era práctica habitual en todos los equipos de F1 de aquella época.
Tuvieron que transcurrir casi dos años hasta que en marzo de 2023 llegó a los comercios especializados la réplica del Ferrari 126 C2 del piloto Didier Pironi. Un vehículo que reproduce el monoplaza que el francés llevó en el Gran Premio de Long Beach de 1982 y que se caracterizó por un innovador alerón trasero de dos planos diferentes. Pironi abandonó la carrera, pero Villeneuve con idéntico vehículo acabó en tercera posición, aunque una vez finalizada la prueba el coche sería declarado ilegal por los comisarios. Eran los años que el poder de la F1 se lo disputaban la FIA presidida por Jean Marie Balestre y la FOCA (Asociación de Constructores de F1) presidida por un tal Bernie Ecclestone, con continuas guerras entre las escuderías afines a la FIA y las que se postulaban del lado de la FOCA.
A finales del pasado mes de junio llegaba a los comercios especializados la maqueta del Ferrari 126 C2 de Gilles Villeneuve durante los entrenamientos cronometrados del Gran Premio de Bélgica de F1. Tristemente, sería la última vez que el piloto canadiense se subiría al monoplaza, puesto que se apresuraba en mejorar el tiempo de su compañero Didier Pironi, cuando colisionaba con el March de Jochen Mass. Todo lo demás es historia de uno de los mejores pilotos que ha dado la F1. Un Gilles Villeneuve (el Príncipe sin corona), que pese a que no llegó a ser campeón del mundo, sí que conquistó el corazón de todos los aficionados por su espectacular manera de pilotar, y sus arriesgadas maniobras al volante. Busquen en YOU TUBE "Villeneuve-Arnoux, Dijón 1979" y verán lo que para mi opinión son las mejores vueltas de la historia de la F1. ¡Y estaban luchando por la segunda posición!
El coche se presenta en una caja de cartón de coleccionista en edición limitada de 5000 unidades para todo el mundo, con su tarjeta numerada y una dedicatoria de Jody Schekter y una lámina de Claudio Biacchi que ilustra el interior del cofre.
La reproducción del Ferrari 126 C2 de Policar es magnífica. En esta ocasión con el alerón trasero convencional. Mono blanco y casco réplica con los colores y patrocinadores personales del piloto canadiense.
En la carrocería destaco las branquias de los pontones laterales perforadas, así como la reproducción exquisita de los tirantes de suspensión delantera y trasera, caja de cambio, escapes y demás partes mecánicas
Decorado perfectamente mediante tampografía aparecen todos los patrocinadores en su sitio correcto por pequeños que estos sean. El servicio de documentación de Policar ha realizado su trabajo, ya que lo que yo pensaba era un error de decoración al omitir la fina línea blanca que rodea toda la parte inferior del habitáculo en el coche de Villeneuve, una vez he podido ver fotografías de la carrera, resulta ser el coche tal y como se ha reproducido.
El chasis, como he comentado anteriormente, está diseñado con el efecto Venturi, una especie de ala de avión invertida que hacía que los vehículos se pegaran literalmente al asfalto.
A nivel técnico, el Ferrari 126 C2 tiene una longitud de 135 mm, una altura de 28 mm, una anchura de 70 mm, una batalla de 85 mm y una distancia guía-eje trasero de 94'5 mm para un peso total de 57'4 gramos.
Como es habitual en todos los modelos de F1 Clásicos que fabrica Policar, la transmisión no se efectúa desde el piñón del motor a la corona del trasero, sino que el piñón cónico del motor tipo Slim modelo DFV de 25000 rpm, ataca sobre un eje intermedio con una doble corona de 25 dientes, junto a otra corona de 16 dientes que engrana la de 17 dientes del eje propulsor trasero. Así se consigue hacer una réplica perfecta de la reproducción del motor, evitando con esta cascada de pequeñas coronas los feos abultamientos en la parte de la transmisión de los coches de F1.
El eje delantero equipa llantas de plástico en medidas 13'8X7'9X2'1 mm, siendo en el eje trasero las llantas de aleación con medidas de 13'8X13'55X2'4 mm.
Para la prueba dinámica del vehículo me he trasladado al Circuito de Velocidad de la Asociación Utielana de Slot. Trazado sobre superficie Ninco de 44 metros de longitud y cuatro carriles.
Con el coche sacado de caja, lo pongo en pista, y tras unas primeras vueltas de contacto y muy temeroso de no tener alguna violenta salida de pista que pueda dañar los frágiles alerones delanteros y trasero, mi sorpresa es que el coche corre y mucho. Acelera como una exhalación y frena muy bien.
La fiera se deja domar y mis malos augurios desaparecen rápidamente. Cada vez oigo pitar el cuenta vueltas, señal de que los tiempos bajan vuelta tras vuelta. El mejor registro con el coche de serie se queda en 13'39 segundos.
Paro en boxes para realizar unas sencillas mejoras al vehículo que lo haga más competitivo. Cambio las trencillas por otras más flexibles, así como los cables por unos más finos. Engraso la transmisión y cómo no, monto neumáticos blandos en el eje trasero.
Vuelvo a la pista cual Villeneuve furioso por rebajar los cronos. Y vaya que si los mejoro. Resulta fundamental poner unos neumáticos traseros de compuesto más blando, haciendo que el coche tenga más adherencia en las curvas y que traccione mejor en las rectas. La vuelta más rápida que realizo es de 12'65 segundos.
Ojalá que Policar siga apostando por la reproducción de coches de F1 Clásicos, más concretamente de principios de la década de los 80. Para mí, la época más bonita en cuanto al diseño de los monoplazas de F1.
Ahora que ya disponemos de los Ferrari 126 C2 de Villeneuve y Pironi, nos faltarían los de Patrick Tambay que sustituyó al piloto canadiense, y de Mario Andretti que haría lo mismo con Pironi tras su grave accidente en el Gran Premio de Alemania, y que truncó su carrera deportiva. A pesar de tanta desdicha, la Escudería Ferrari sería Campeón del Mundo de Constructores en 1982.
