La escudería con base en Grove completa los trabajos de reparación del bólido que Alexander Albon accidentó en Melbourne y lo envía en tiempo y forma a Japón, escenario este fin de semana de la cuarta cita del Mundial.
Williams vuelve a disponer de dos monoplazas en condiciones para competir en el Campeonato del Mundo de Fórmula 1. Después de perder uno de sus coches en los Libres 1 del pasado Gran Premio de Australia a causa de un accidente de Alexander Albon, los de Grove participarán en el Gran Premio de Japón de este fin de semana tanto con un FW46 para el piloto tailandés como con otra unidad en manos de Logan Sargeant. El deportista estadounidense regresa así a la acción tras haberse visto obligado a contemplar la carrera de Albert Park desde el garaje en lo que catalogó como "el momento más duro" de su trayectoria.
Para completar en tiempo y forma la reparación del bólido que el #23 chocó en Melbourne, la escudería británica envió todas las piezas de vuelta a su sede. Allí, el personal del equipo trabajó a contrarreloj y, en un plazo de siete días, terminó el proceso de recomposición. Esa velocidad permitió que la mercancía llegase a tierras japonesas con un margen suficiente para que los mecánicos acabasen de ensamblar el material y así, recuperar un chasis que les permitirá operar a pleno rendimiento en Suzuka. Dave Robson, responsable de rendimiento de Williams, asegura que están "en una buena posición" para luchar por sus objetivos.
El ingeniero de Gran Bretaña afirma que "será interesante" rodar en el trazado nipón en una época diferente a la habitual. En los últimos años, la visita al país asiático se realizaba durante los meses de otoño. Ahora, este desplazamiento se traslada a la primavera para así reducir el riesgo de que una tormenta obligue a suspender o aplazar sesiones. A pesar del cambio, Robson manifiesta que "Suzuka sigue siendo un circuito muy desafiante que demanda muchas cosas de los neumáticos, coches y pilotos". Precisamente, sobre los compuestos elegidos por Pirelli, los más duros, estima que "deberían funcionar bien" en las condiciones "frescas" que se prevén.
Alexander Albon, por su lado, declara que tiene "muchas ganas" de salir a la pista en uno de sus "circuitos favoritos y ante la increíble afición japonesa". El tailandés, que aún no ha estrenado su casillero de puntos, admite que "claramamente, Australia no salió de la manera que esperábamos como equipo y, desafortunadamente, resumió las dificultades en las que estamos inmersos". El #23 comparte un "tremendo agradecimiento" con los miembros de su escudería por "haber sido capaces de reparar de forma increíble" el chasis con el que golpeó los muros de cemento situados en la curva 7 de Albert Park.
Logan Sargeant, tras superar "el fin de semana más díficil" que ha afrontado como piloto, comenta que guarda "mucho aprecio a nuestros fans por haber seguido mostrándonos un apoyo increíble en el circuito y desde casa". El estadounidense desea dejar en el pasado lo sucedido en Melbourne, aprender de ese momento y "continuar remando junto al equipo" en lo que resta de campaña. El #2 aprovechó el parón entre Australia y Japón para ir a Bali, lugar en el que dedicó especial atención a su preparación, "tanto física como mentalmente, pasando bastante tiempo en el gimnasio". "No puedo esperar más", concluye.