El piloto neerlandés completa un sábado redondo para sus intereses. Después de ganar la carrera corta, firma una actuación autoritaria en la sesión de clasificación. Sergio Pérez otorga un doblete a la formación de Milton Keynes.
En el escenario donde hace quince años consiguieron su primera victoria en el Mundial de Fórmula 1, los integrantes del equipo Red Bull celebran hoy la consecución de su pole número cien. Los de las bebidas energéticas alcanzan esta cifra con la suma de las obtenidas por Sebastian Vettel, Mark Webber, Daniel Ricciardo... y Max Verstappen. Después de empezar el sábado con una autoritaria victoria en la primera Sprint de la temporada, en la que remontó desde el cuarto puesto, el neerlandés completó el día perfecto dominando la sesión de clasificación. Su estado de forma y las altísimas prestaciones de su monoplaza le convierten, un fin de semana sí y al otro también, en un piloto letal, casi infalible.
El tricampeón del mundo estableció un estratosférico registro de 1:33.660 con el que arrolló al resto de la parrilla. A su compañero, protagonista en el doblete de los de Milton Keynes, le endosó 0.322" en su mejor vuelta. El mexicano, otro de los artífices del centenario de la estructura dirigida por Christian Horner, tuvo que aplicarse al máximo para frenar a un Fernando Alonso que, como de costumbre, condujo su Aston Martin AMR24 por encima de las posibilidades que este le ofrece. Tras sufrir en la carrera corta un abandono a raíz de un toque con Carlos Sainz, el asturiano se repuso con un giro en el que demostró su garra. Las primeras curvas no le habían salido tan bien, pero siguió atacando y acabó en P3.
Los McLaren de Lando Norris y Óscar Piastri concluyeron en P4 y P5, respectivamente. Los de Woking se están llevando una sorpresa con el rendimiento de su bólido en el Circuito Internacional de Shanghái. Esperaba un Gran Premio difícil en el que, según sus pronósticos, no rodarían tan cerca de los puestos de privilegio como hicieron hace catorce días en Japón. Pero no. Salvo por los detalles mágicos de Alonso, los británicos se postulan como el segundo mejor conjunto en el trazado chino, por detrás de los intocables Red Bull. Los Ferrari, por su parte, carecen del ritmo de eventos anteriores. Charles Leclerc no pasó de la séptima posición, desde la que precedió por 0.008" a Sainz.
El madrileño se recompuso a un error en la Q2 que pudo haberle ocasionado consecuencias mucho mayores de las que finalmente le generó. En la entrada a meta de una de sus vueltas lanzadas, tocó la grava situada al exterior de la curva 16 y perdió el control de su SF-24. Golpeó el muro, pero con su vehículo posicionado de tal manera que no dañó las suspensiones. El percance motivó la aparición de una bandera roja. Carlos fue capaz de regresar al box. Allí, sus mecánicos le cambiaron el alerón delantero y lo devolvieron a la pista, en la que el #55 salvaría los muebles. George Russell (Mercedes), Nico Hulkenberg (Haas) y Valtteri Bottas (Sauber) tomarán la partida justo por detrás de Sainz.
El vecino de Alonso en el garaje de Aston Martin, Lance Stroll, cayó eliminado en la Q2, segmento que tampoco superaron Daniel Ricciardo (Racing Bulls), Esteban Ocon (Alpine), Alexander Albon (Williams) ni Pierre Gasly (Alpine). Uno de los mayores sobresaltos de la clasificación fue el de ver a Lewis Hamilton fuera de combate desde la Q1. El heptacampeón, que en la Sprint había asegurado una segunda posición con un Mercedes que todavía no marcha como en Brackley pretenden, saldrá a la carrera del domingo en P18, a espaldas de Guanyu Zhou (Sauber) y Kevin Magnussen (Haas) y por delante de Yuki Tsunoda (Racing Bulls) y Logan Sargeant (Williams).