AutoHebdoSport
0

Abril, 2023

Todo empezó en agosto de 1983 con la Subida a Priede que organizaba el inolvidable Alfonso Díaz, de La Pérgola, en Sevares-Asturias. Allí grabé las primeras imágenes de coches desde nuestra llegada de Madrid, que se había producido tres meses antes.

Habíamos alquilado una casa-negocio, pues tenía un bar (El Recreo) en la planta baja, que tras reformarlo cambiamos de nombre. Su trabajo en él nos proporcionaría el dinero para arrancar. De esta manera nació La Chalga, palabra asturiana que significa tesoro escondido.

Solo había pasado un mes cuando nos llevaron hasta el tramo de La Encrucijada, que se encontraba muy cerca de casa, quedando Maribel y yo impresionados con la cantidad de aficionados que había por las cunetas presenciando el Príncipe de Asturias de aquel año, en el que gracias a Alfonso y su famosa paella pre rallye ya habíamos tenido oportunidad de conocer a Juan Carlos Oñoro, “Genito” Ortiz, Guillermo Barreras, José Luis Graña y José Antonio López-Fombona, entre otros grandes pilotos. También al mismísimo Antonio Zanini, que se alojaba en un hostal próximo a nuestra casa con todo el equipo Peugeot Talbot Sport.

No sé si fueron los astros o qué, pero todo empezaba a cuadrar y gracias a un reportaje mío que estaba emitiendo en la tele del bar fui contratado como cámara por un responsable de TVE Asturias que había parado para tomarse un café. El sobresueldo llegaba de La Chalga Vídeo-Bar, que cada vez tenía más coches de carreras aparcados en el exterior. Gracias a esto fuimos pagando las obras, la pintura y los equipos de hostelería, al tiempo que aumentaba el número de clientes y amigos.

Un día apareció Javier González Alonso, que también grababa en vídeo y tenía un bar de ambiente racing en Gijón. Con dos reporteros y alguno eventual como José Roberto Alonso, además de contar con mi esposa, Maribel Sánchez, para la oficina, nació Intervideo, una productora de algo nuevo como era el vídeo en una aldea asturiana de apenas 11 vecinos. Cambiamos entonces la ya famosa “unidad móvil” vídeo-TV furgoneta Renault 4L TOC (Talleres Ordiales Competición) por una flamante Nissan Vanette rotulada con el nuevo nombre, que pronto tuvimos que cambiar por el definitivo de La Chalga Pro al estar registrado el que habíamos elegido.

Adelantándome a mi segundo libro, “La cuneta al desnudo”, que presentaré esta primavera, fueron dos pilotos de la nueva hornada los que me empujaron hasta el Nacional de Rallyes: José Piñón y Donato “Tato” Hergueta, que tras visionar el vídeo del Rallye Ciudad de Santander de 1989 me pidieron en el Hotel Europa de Llanes que fuésemos a grabar todas las pruebas del Campeonato de España, pues ellos se encargarían de convencer a sus rivales y amigos para que comprasen nuestras cintas VHS.

Viajando por toda España iniciamos aquella década maravillosa que nos llevaría al cambio de siglo. El RACC Catalunya en el que vencieron Darío Cerrato y Giuseppe Cerri con un Lancia Delta Integrale 16V significó el comienzo de todo. Las marcas empezaron a valorar nuestro serio y formal compromiso con el campeonato, así como el trato que recibían en nuestros reportajes (sin pedirles nada a cambio). Es entonces cuando ellas son quienes nos buscan. Primero fue Peugeot, y más tarde Opel. A partir de ahí llegarían Seat, Renault, Fiat, Michelin y Mitsubishi.

Lógicamente, hablar de marcas y trabajar para ellas significa convivir intensamente con sus pilotos y con los integrantes del equipo. Los lazos de amistad se van apretando, y me siento feliz con pilotos como Luis Climent, Oriol Gómez o Pep Bassas… tres campeones dentro y fuera de las carreras, y muy distintos a nivel humano del resto. Un trío que crece con otros nombres importantes para mí en estos 40 años de trayectoria, como fueron José Luis Madrazo, Joan Aymamí y Antonio Boto, a los que desgraciadamente he perdido (creo que hemos perdido todos) en apenas seis meses.

Un adicto al trabajo

Como nunca he sido rencoroso y siempre me ha gustado decir la verdad (algo que cada vez se estila menos), prefiero no hablar de cuando nos quitaron de la circulación (y no fue precisamente la DGT), metiéndonos en el “congelador” durante 12 largos años, hasta que nos volvieron a acreditar en 2014.

Tampoco quiero decir nada de los momentos malos que creí vivir por culpa de algún que otro organizador de rallye o de algún aprovechado, palmero y trepa, que es un puesto muy codiciado en esto de los coches. Momento malo de verdad fue perder a Maribel en 2003, tan joven, tan guapa y madre de mis dos hijos pequeños a causa de un maldito cáncer. Pero ello también sirvió para saber de verdad con quiénes de nuestro mundillo podría contar para siempre. Y por resumir esta condena de “40 años y un día”, os diré que durante cuatro décadas me inventé una forma de vida en la que, con una empresita familiar, me convertí en adicto al trabajo, siendo a la vez muy feliz por trabajar en lo que más me gustaba, a pesar de no tener nunca vacaciones y de que a veces lo haya pasado muy mal.

Llegados a este punto, solo resta que os cuente ese “día” que falta para completar la condena y que aconteció el pasado sábado 11 de febrero al organizarme un homenaje secreto y “en vida” del que todavía no me he recuperado.

Las escuderías Gamace y Gaitero Competición, es decir, Alfonso Cerdá, José Manuel Castiello y Bernardo Cardín, fueron los organizadores de un acto que contó con la presencia del alcalde de Villaviciosa, Alejandro Vega, y de Aida Nuño, directora general de Deportes del Principado de Asturias. Con aforo completo en el Teatro Riera, los asistentes siguieron por streaming mi llegada a la villa en compañía de Juan López Frade, presidente de Suzuki para España y Portugal, que fue la primera gran sorpresa de un evento que duró casi 4 horas y que no se hizo nada pesado.

Jamás podré olvidar el aplauso de casi 2 minutos que me ofreció un público entregado y de pie al atravesar el patio de butacas… Aluciné al ver a mi familia al completo y a tantos pilotos, copilotos y campeones, como Oriol Gómez, Marc Martí, Luis Climent, Queralt Díaz, Íñigo Lilly, Javier y Jaime Azcona, Ignacio Sanfilippo, Roberto Solís, Cele Foncueva, Paco Roig, Nacho Paz, Miguel A. García, Antonio Martínez Toyos, Miguel Argüelles, Pablo Sánchez Herrero, Diego Ruiloba, Fredy Tamés, Domingo Alonso, Jesús Álvarez, Asier Santamaría, Juan Carlos y Roberto Rentería, José Manuel Villamayor, Fran Martínez, Hugo Rodríguez, Álvaro García Suárez o Miguel Loredo, así como copilotos y personas muy importantes para mí como son el Padre José Antonio González Montoto, Ana Platón (viuda de José Luis Madrazo), Pedro Cascales (Desafío Peugeot), Josep María Serra (distribuidor en los 90 de AUTOhebdo SPORT) o Marisa Montes (viuda de Alfonso Díaz, de La Pérgola), acompañada por cuatro de sus hijos…

Y todo ello con un amigo de los buenos como conductor de lujo para la velada, Félix Ortiz, jefe de Prensa del Rallye Santander Caja Cantabria casi toda la vida. Él se encargó además de dar entrada a los vídeos que se proyectaban, protagonizados por José Mari Ponce, Luis Monzón, Pedro Diego… y los equipos que participaban en esa fecha en los rallyes de Suecia y Lloret, como Daniel Alonso, “Jandrín” López, Álex Villanueva, José Murado, Pepe García, Dani Cué, Manel Muniente, “Kini” Muntada y “Mía” Bardolet… También desde Suecia recibí la felicitación del presidente de la FAPA, Carlos Márquez.

Este “día” fue muy intenso y jamás lo podré olvidar. Como tampoco el humor desbordante de “otro cura” y un “técnico” de iluminación, el actor Víctor Berros, vecino y amigo, que fue largamente aplaudido y ensalzado por todos.

Y antes de las fotos de familia recibí un montón de obsequios que guardaré con celo y sumo cuidado. Por parte del ayuntamiento, el alcalde me hizo entrega de la “Manzana de Plata” de Villaviciosa, y el dibujante Javier Traviesa consiguió emocionarme con el retrato que fue el referente visual de este día inolvidable. La RFEdA me entregó una placa conmemorativa de manos de Juan Esteve Vilar (responsable de Relaciones Institucionales). También recibí una “placa de rallye” tallada por Pablo Díaz en una de las pocas maderas que no sucumbieron en el incendio de 2015 que devastó para siempre La Pérgola de Sevares, el negocio en el que paraban Carlos Sainz y todos los grandes pilotos… y finalmente un trofeo precioso de la emisora de radio Onda Peñes, de Luanco, donde “piloto” Grip, un programa de motor, en vivo y en directo, que inicié en 2014 para la tarde-noche de cada martes...

Muchas gracias a todos, que sois muchos por toda España, después de “40 años y 1 día”.

Nº 1781 (Abril, 2023)

LUIS RIVAYA SEGURA

Periodista del motor. Producción de vídeo y televisión: "La Chalga Pro"

*Las opiniones expresadas en esta columna son personales y no reflejan necesariamente la línea editorial de la revista.