Os ofrecemos esta entrevista del piloto ourensano publicada en el número de febrero de AUTOhebdo SPORT
¿Cómo fueron tus inicios en el automovilismo?
Me cuentan mis padres que ya de bebé solo me gustaba jugar con coches. A los 3 años me compraron un quad eléctrico, y con 5 uno de gasolina. Mi padre me llevaba con él a ver los rallyes, y mi pasión por los coches empezó a ser cada vez mayor. Por mi comunión pedí un kart y empezamos a ir a entrenar al Circuito de Godocar, que está en Ourense. Allí pasamos días y días, lloviendo, con la pista helada, con 40 grados… Lo que quería era rodar.
¿Fue entonces cuando comenzaste a competir?
¡No!, mi padre me decía que solo era para divertirme, que las carreras salían muy caras y no estaban a nuestro alcance. Además, a los pocos meses de tener el kart sufrí un accidente en el circuito y me lesioné un brazo, por lo que tardé casi un año en volver a pilotarlo.
Pero tu primera carrera, ¿dónde fue?
En un campeonato social que se organizaba en el Go-Kart de O Porriño, después de que convencieran a mi padre unos amigos que estaban siempre con nosotros entrenando.
¿Con qué motor corrías en esa época?
Era un IAME de 64 cc de la categoría Alevín, yo aún tenía 10 años y con él ya rodaba a unos 90 km/h.
Luego llegarían más carreras… Solo íbamos a las sociales que se organizaban para que fueran a entrenar en pretemporada los que de verdad corrían en Autonómicos y Nacionales. Por ejemplo A Castroponce, que era uno de los que más afluencia tenía y venían pilotos ya de mucha experiencia.
Y ahí fue cuando empezasteis a mostrar algo más de interés, ¿no?
Pues sí, nos encontramos con Rodrigo Rodríguez, de Chantada, un amigo de mi padre con mucha experiencia en este deporte, ya que él y su hermano habían competido a un buen nivel siendo niños. Quizá él sea el culpable de que nosotros empezásemos a competir en serio, pues tenía a su hijo Iago corriendo el Campeonato de Asturias con el equipo Ale Team. Y ahí fue donde comenzamos al año siguiente.
¿Por qué abandonaste tan pronto el Karting?
Una de las razones fue que queríamos correr el Campeonato de España, y en esta disciplinase barajan presupuestos muy altos para poder estar ahí arriba. Además, todo va encaminado hacia la Fórmula 1, adonde es imposible llegar, y menos si no tienes dinero. La tercera razón fue por darle una alegría a mi madre (risas), para conseguir que viera una carrera mía, ya que en el Karting no fue posible.
Car Cross, una disciplina totalmente diferente…
Bueno, la finalidad es la misma. Durante años, mi padre nos llevaba a mi hermano Dani y a mí a ver las carreras de Autocross que se hacían en Arteixo, y disfrutábamos muchísimo, así que empezamos a buscar para comprar un Car Cross, y lo encontramos en Cantabria. Como en Ourense no hay circuitos de Autocross, íbamos a entrenar a la explanada del tramo del Rallymix de Barbadás, conocida como “Campo do Furón”, teniendo que dar explicaciones alguna vez a la Guardia Civil, que aparecía de repente.
¿Y empezaste directamente en el Campeonato de España?
Sí. Como nuestro coche era de 2005 con un motor K5 que no podía correr, mi padre decidió llevarme a la fábrica de Semog, que está en Portugal, e intentar venderle un proyecto a Pedro Ramilo, que es el jefe, para que nos echara una mano, el cual nos puso en contacto con el distribuidor de la marca en España, Francisco Javier Lucena. Con Javi hicimos un buen trato, confiando en que nos fueran a salir bien las cosas, y le alquilamos un coche. Pero 2020 resultó ser el año del covid y solo pude disputar dos carreras a final de año, Mollerussa, quedando el último, y Lleida, con un sexto puesto de ocho que éramos.
Pero no tardarías demasiado tiempo en ganar…
Mi primer podio llegó en la primera carrera de 2021 con una segunda posición y la primera e inolvidable victoria en Miranda de Ebro. Digo esto porque, debido a un golpe en la última clasificatoria, tuvieron que llevarme al hospital por la lesión en un brazo. Mi padre les pidió por favor a los médicos que me hicieran pronto las pruebas y un certificado de que no había nada roto para poder llegar a tiempo y disputar la final, y aunque el médico del circuito no me quería dejar correr, saqué todas mis fuerzas para aguantar el dolor que teníay pude salir, ganando esa increíble carrera,
conduciendo con una mano la mayor parte del tiempo. Ese año acabé con un tercer puesto en la clasificación final del campeonato.
¿Cómo llegaste a la Cross Car Academy Trophy?
La RFEdA se puso en contacto con nosotros y nos ofreció la beca que ya habían dado a Gil Membrado y a Pol Durán el año anterior. Después de pensarlo mucho, mis padres decidieron ir adelante con el proyecto.
¿Qué es la Academy Trophy?
Es un Campeonato de Europa de la categoría Júnior de Car Cross organizado por la FIA que se celebra junto con el resto de categorías del Autocross. Es monomarca y todos los monoplazas son iguales. La única diferencia es el piloto y los conocimientos que puedas tener del circuito. Tenemos un mecánico del equipo por cada dos coches y solo nos dejan variar la presión de los neumáticos y la amortiguación.
Pero tú no conocías ningún circuito…
No, solo de verlos en vídeos.
¿Y los demás pilotos?
Había tres o cuatro pilotos que ya corrieron en 2021.
Aun así, no te fue nada mal ya en la primera carrera. ¿Cómo te adaptaste tan bien al coche?
Los coches son fabricados por la compañía de Thierry Neuville, y un mes antes fuimos a la fábrica de Bélgica para adaptar el cochea mi conducción. Además, unos días antes de la primera carrera, Santi Ares, que es el distribuidor de la marca LifeLive para España, nos dejó un coche similar para entrenar y que pudiésemos adaptarnos un poco a él. Así que fuimos a la primera carrera en Alemania y conseguimos la pole y la segunda plaza en la final, por detrás del experimentado piloto italiano Valentino Ledda. La segunda carrera fue en Toldijk (Países Bajos), donde lo gané todo, pole, clasificatorias y final. Luego fue Prerov en la República Checa, el circuito más difícil, pero el más bonito; gané la final con mucho trabajo de mi padre y mío, ya que llovió mucho y estaba muy complicado para tomar decisiones. En Maggiora (Italia) volví a ser segundo en la final, al igual que en la última cita de Mollerussa, ya en España, cediendo la primera posición al intratable Ledda. No fue fácil, pero el trabajo, la concentración y la constancia hicieron que me llevara este Campeonato de Europa 2022.
¿Tienes ya algún proyecto para este 2023?
Para mí será un año muy complicado, porque estoy en 2º de Bachillerato y en junio tengo la ABAU, de manera que he de ver junto con mis padres el calendario de carreras y planificar qué hacemos. También trataremos de conseguir algún patrocinador importante que nos ayude a sacar nuestros proyectos adelante.