Muy ilusionados acudieron el pasado fin de semana Xesús Ferreiro y Xavier Anido a Chimay, una pequeña localidad belga donde se disputó una nueva edición del Escort Rally Special, una prueba en la que, como su nombre define, sólo compiten Ford Escort en versiones MKI y MKII.
El equipo de Melide participaba con el Escort RS MKII, sin especificaciones FIA, por lo que quedaba encuadrado en la categoría de los favoritos a la victoria. Lo cierto es que sin haber competido nunca en los peculiares tramos belgas, muy diferentes a los de España e incluso a los gallegos, el resultado final fue muy positivo pues finalizaban quintos.
Xesús Ferreiro analizaba así su experiencia europea después de varios años sin competir en citas internacionales, Portugal al margen, lógicamente: “Lo cierto es que al principio del rallye, en la jornada del sábado, fui bastante prudente porque los tramos eran muy rápidos y estrechos, aunque he de reconocer que me gustaron a pesar de que la primera impresión, en los reconocimientos, no sería la misma. Incluso había especiales que se realizaban en bucle, por lo que pasábamos dos veces por el mismo sitio.
El rallye, en general, estaba muy bien organizado pues los reconocimientos se realizaban de forma muy sencilla y tienen la particularidad de que no se neutraliza ningún tramo, aunque estés parado en la salida 10 o 15 minutos.
A pesar de que fuimos cogiendo confianza a medida que avanzaba el carrera, sobre todo en la jornada del domingo, los primeros equipos eran inalcanzables por potencial mecánico y calidad de pilotos. En general nos hemos vuelto para España muy contentos e incluso pienso que podríamos haber finalizado cuartos, pero un trompo y un ruido que notamos en la transmisión cuando faltaban dos tramos hizo que nos conformáramos con dicha posición. No obstante, también tuvimos algo de suerte porque dos de los equipos que iban por delante abandonaron. Aún así, durante casi todo el rallye estuvimos casi siempre en las especiales oscilando entre el quinto y el sexto puesto.
Quizá lo que menos nos gustó fue el tramo que se disputó en un circuito porque había mucho polvo y no se veía casi nada. Nosotros incluso tuvimos que parar en algún momento para que se disipara. Además, nos desplazamos a la prueba con Francisco López, un piloto gallego de Castroverde (Lugo) y que junto a su copiloto asturiano Álvaro Menéndez se imponían en la categoría de coches FIA, concluyendo octavos absolutos”.