Prueba: BMW M135 xDrive, el GTI de BMW

Con el M135 xDrive, olvídate de salir de costado de las curvas, con la trasera deslizando, eso que es tan BMW desde siempre. A cambio, puedes dar la bienvenida a un eje delantero con autoblocante Torsen que recuerda al de los mejores GTI, como el del Renault Megane RS o los Volkswagen Golf GTI más poderosos, unido a un sistema de tracción total que apuntala su eficacia. Únase a lo expuesto que muchas marcas están dejando de fabricarlos -sin ir más lejos, el citado Renault-, y nos encontramos no solo con que BMW ya tiene un verdadero GTI... resulta que además, ahora tiene uno de los mejores. Vamos por partes.

Nueva generación

No está el horno para bollos en lo referente a modelos de combustión, por eso no es de extrañar que la nueva generación de la Serie 1, la cuarta (código interno F70), evolucione sin romper con lo anterior, manteniendo la plataforma aunque cambiándolo casi todo. De hecho, poco más que las puertas o la batalla son las mismas que antes, aunque el aspecto general sea, también, continuista, como las medidas, manteniéndose en 4,36 metros de largo, 42 mm más que antes. Como novedad, ahora, pueden montarse riñones con el marco iluminado, que así brillarán con luz propia, nunca mejor dicho. Los del 135 son diferentes a los del resto de la gama, al igual que las defensas, los retrovisores o el difusor trasero. Además, trae de serie los faros matriciales, capaces de apagarse y encenderse por partes para mantener puestas las luces largas sin deslumbrar.

El BMW Serie 1 2025 seguirá fabricándose en la planta de Leipzig, Alemania, al igual que su predecesor. Ah, y por si no te habías fijado, el nuevo nombre es 135 xDrive, y no 135i xDrive. La “i”, han pensado en la casa, se asocia ahora a modelos eléctricos, de forma que no han querido mantenerla en este de combustión. 

Tecnología

El BMW Serie 1 2025 llega con la última versión del sistema operativo de la marca, el BMW iDrive 9.0, que gestiona la información de dos pantallas curvas en el salpicadero: una de 10,25 pulgadas para el cuadro de instrumentos y otra de 10,7 pulgadas para el sistema multimedia. Este compatible con Apple CarPlay y Android Auto de forma inalámbrica, y está permanentemente conectado a Internet mediante una eSIM 5G, lo que permite interactuar con la app MyBMW para consultar datos del coche, como su ubicación o autonomía, de forma remota.

Entre las opciones destacan un Head-Up Display con realidad aumentada, que proyecta indicaciones del navegador directamente en el parabrisas, y el Parking Assistant Professional, que permite maniobrar el coche desde el móvil, ideal para estacionar.

Los asientos tienen un nuevo diseño con calefacción de serie y, si se eligen los deportivos, función de masaje. Además, el tapizado estándar, llamado Econeer, está fabricado con plástico PET reciclado, mientras que, como opción, se ofrece una tapicería llamada Venganza que simula el cuero. El maletero tiene una capacidad de 380 litros, y los asientos traseros se dividen en tres secciones (40:20:40) y el portón puede ser eléctrico de forma opcional. Por primera vez, se puede elegir un techo en negro brillante para contrastar con el resto.

Motor y chasis

El motor es un 2.0 litros turbo que entrega 300 CV a las cuatro ruedas a través de una caja de cambios automática de doble embrague. Además, como más que interesante novedad, hay un autoblocante Torsen en el eje delantero, mecánico controlado electrónicamente, es decir, pata negra.

En cuanto al chasis, BMW ha introducido mejoras de cara a mejorar la rigidez estructural, además de optimizar componentes como la dirección, las barras estabilizadoras y la suspensión. En este último apartado, incorpora amortiguadores sensibles a la frecuencia, que cuentan con una válvula interna calibrada para abrirse y permitir un mayor flujo de aceite cuando el coche pasa por baches pronunciados. Esto hace que los amortiguadores sean más suaves en esas situaciones, mejorando el confort. Sin embargo, en condiciones normales, cuando la válvula no se activa, los amortiguadores mantienen una mayor firmeza, lo que ayuda a controlar el balanceo de la carrocería. Estos amortiguadores están incluidos en el Chasis M adaptativo, que es opcional en la mayoría de versiones, pero viene de serie en el M135i xDrive.

En marcha

El avance es fulgurante desde el primer primer pisotón al acelerador, y el sistema de tracción total garantiza una eficacia máxima, sin pérdida alguna de tracción aunque maltrates el pedal, y sin que se note el autoblocante. La caja, de doble embrague -nada del aburrido convertidor de par de sus hermanos mayores- cambia en un parpadeo al ritmo de tus dedos en las levas tras el volante. En 4,9 segundos ya ruedas a 100 km/h.

El rugido es una sinfonía que potencia las emociones de la conducción, eso sí, con parte brotando de los altavoces, y el nivel de refinamiento en la marcha es notable, muy superior a todos aquellos GTI los que hablábamos. La amortiguación se siente bien firme, como en un coche deportivo de verdad.

Al llegar a los giros, esa nobleza que has empezado a palpar continúa con un pedal de freno de tacto preciso sin llegar a ser duro, y con una dirección muy directa que mete el morro de forma muy obediente, tanto, que puedes hacer frenadas regresivas con confianza, esas que empiezan a fondo con el volante recto, y continúan hasta el vértice de la curva, con el volante girado, acompañado de menor presión en el pedal. Aquí el 135 no te va a poner problemas, y al gran agarre del sistema 4x4 se une una trasera bien asentada que no se suelta ni soltando gas bruscamente en pleno giro.

Al acelerar de nuevo para terminar la curva, salta la nueva personalidad del M135, tan nueva en BMW: no vas a tener que llevar tu cabeza al eje trasero, que se va a portar muy requetebién, sino al delantero. Acelerando fuerte, notarás como entra en acción el autoblocante, sin apenas interferencia en el volante -los de toda la vida te lo movían de lo lindo- momento en que te sabrás al límite del agarre y deberás controlar el subviraje. Con los controles electrónicos puestos, en modo Sport, la eficacia es realmente elevada, y en zona muy revirada, quizá superior a la de los mejores pilotos sin ellos puestos, pues la electrónica puede frenar de una a cuatro ruedas de forma independiente, y nosotros, o todas o ninguna. Esto que expongo empieza a producirse por vez primera, que la electrónica sea más rápida que el mejor humano, y ya hemos documentado slaloms de conos en los que, un piloto puntero, hace mejor tiempo con la eletrónica puesta que sin ella.

Al apagar los modos deportivos con los que hemos estado haciendo travesuras, el M135 deja de rugir, la caja cambia más suavemente y a bajas vueltas, y la amortiguación, aunque no es modificable por el conductor, si se comporta como una amortiguación más suave al suavizar nuestra conducción.

El GTI de BMW

El BMW M135 xDrive ha sido una sorpresa. El autoblocante y el nuevo ajuste de la amortiguación, más agresivo que en al anterior 135i, le han hecho ganar enteros en apasionamiento frente a su predecesor, y con ello ha pasado de ser un compacto deportivo a uno de los mejores GTI del momento. Y ojo, porque dentro de unos meses se pondrá a la venta el Pack M Technic, que incluye amoertiguación más firme, barras estabilizadoras específicas y un conjunto de medidas que hacen al M135 todavía más divertido. ¡Te lo contaremos pronto!